Remedios para sensibilidad química múltiple

La sensibilidad química múltiple -también conocida como enfermedad ambiental- es un trastorno en el que la persona presenta síntomas derivados de la exposición a productos químicos presentes en el ambiente.

Tras cada exposición, cifras cada vez menores del producto químico desencadenan la reacción, y la persona es cada vez más vulnerable a las reacciones desencadenadas por otros productos químicos.

Los expertos médicos no están de acuerdo sobre la causa de este síndrome y si es realmente una enfermedad clínica reconocida. Actualmente todavía no es una patología reconocida debido a la falta de criterios diagnósticos aceptados y de estudios controlados sobre el trastorno.

La sensibilidad química múltiple empieza típicamente con una exposición a una dosis elevada de una sustancia química, pero también puede aparecer con la exposición a largo plazo de cifras menores de la misma.

Los productos químicos más habitualmente relacionados con la sensibilidad química múltiple son: formaldehído, pesticidas, disolventes, combustibles petroquímicos, como gasoil, gasolina y queroseno, ceras, detergentes y productos de limpieza, humo del tabaco, látex, perfumes y fragancias, y colores, aromas y conservantes artificiales.

Las personas que presentan sensibilidad química múltiple suelen estar expuestas en una de las siguientes situaciones: en el puesto de trabajo en la industria o por vivir en condiciones de elevada contaminación del aire o del agua.

En otros casos, la exposición deriva de incidentes únicos. Este trastorno es difícil de diagnosticar, por lo que las estimaciones sobre el porcentaje de la población que lo padece varían. Sin embargo, la mayoría de los pacientes con sensibilidad química múltiple son mujeres; su edad media es de 40 años, y muchas presentan síntomas antes de los 30 años.

La exposición química suele ser el resultado de la contaminación del aire en el interior de las casas. Los edificios que están herméticamente cerrados para conservar la energía pueden provocar una enfermedad relacionada denominada síndrome del edificio enfermo, en el que las personas se cree que presentan síntomas por la exposición crónica a los productos químicos ambientales presentes en aire, como el formaldehído derivado de las colas y el látex.

Una persona que se traslada un edificio recientemente construido que no tenido tiempo de ser ventilado puede experimen la exposición inicial de una dosis elevada que le puede provocar una sensibilidad química múltiple.

Los síntomas de la sensibilidad química mútiple varían de una persona a otra y no son específicas. No se limitan a un sistema fisiológico sino que afectan principalmente a los sistemas respiratorio y nervioso.

Los habitualmente descritos son dolor de cabeza, fatiga, debilidad dificultad para la concentración, pérdida de la memoria a corto plazo, vértigo, irritabilidad, depresión, picor, entumecimiento, sensación de ardor congestión, faringitis, ronquera, dificultad para respirar, tos y dolor de estómago.

La sensibilidad química múltiple es un trastorno reciente cuya prevalencia ha aumentado a medida que se han ido introduciendo más productos químicos en el ambiente en grandes cantidades. Es especialmente difícil diagnosticarlo, porque no presenta un conjunto de síntomas consistentes o mesurables ni existe una prueba o marcador diagnóstico sencillo. Los médicos desconocen con frecuencia este trastorno o rechazan aceptar su existencia.

Pueden ser incapaces de diagnosticarlo o lo diagnostican erróneamente como otra enfermedad degenerativa. En ocasiones, lo catalogan de enfermedad psicosomática (enfermedad física causada por problemas emocionales). Su falta de comprensión genera frustración, ansiedad y desconfianza en los pacientes afectados.

Sin embargo, una nueva especialidad de la medicina está evolucionando hacia la aceptación de la sensibilidad química múltiple y las enfermedades relacionadas, la medicina ambiental y ocupacional. El médico que busca este síndrome debe realizar una historia completa del paciente y ha de tratar de aveff guar las exposiciones a productos químicos.

Recientemente se han establecido unas recomendaciones sobre los criterios para el diagnostico de la sensibilidad química múltiple:

• Los síntomas son crónicos
• Los síntomas son reproducibles si se repite la excitación química
• Ciifras bajas de productos químicos desencadenan los síntomas
• Los síntomas se producen con múltiples productos químicos no relacionados, is síntomas mejoran cuando se retiran los productos químicos.
• Los síntomas afectan a muchos sistemas orgánicos.

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Remedios populares

El tratamiento más efectivo de la sensibilidad química múltiple es evitar las sustancias que desencadenan los síntomas. Esto es cada vez más difícil, ya que el número de agentes químicos causales aumenta; cosas tan aparentemente inocuas como los refrigeradores de aire, los jabones aromáticos y el perfume pueden desencadenar reacciones importantes en pacientes con sensibilidad química múltiple.

Estas personas suelen quedarse en casa, donde son capaces de controlar los productos químicos de su ambiente. En muchos casos, puede ser recomendable convertir una habitación de su hogar, habitualmente el dormitorio, en un lugar ambientalmente seguro eliminando todas las fuentes de productos químicos y los muebles y sustituyéndolos por materiales naturales al 100%.

El aislamiento es una parte esencial del tratamiento de los pacientes con sensibilidad química múltiple, lo que limita su capacidad para trabajar y socializarse.

Muchos pacientes se someten a pruebas para detectar la posible presencia de alergias alimentarias y a análisis para identificar pesticidas acumulados en su cuerpo. Eliminar los alimentos con colorantes y aromatizantes artificiales, conservantes, glutamato monosódico y otros aditivos ayuda a mejorar los síntomas, al igual que elegir frutas y verduras cultivadas orgánicamente y sin Pesticidas.

Algunos pacientes encuentran alivio con los programas de desintoxicación o ejercicio y sudoración, además de la quelación de metales pesados. La acupuntura ofrece un apoyo adicional a cualquier programa de tratamiento para estos pacientes. Yoga, masaje y aromaterapia pueden ser útiles para resolver los síntomas de estrés asociados a la sensibilidad química múltiple.

Sin embargo, hay que prestar mucha atención a la selección de los aceites de aromaterapia para estos pacientes, y esta práctica debe dejarse preferentemente a un aromaterapeuta entrenado y familiarizado con el síndrome. Los aceites esenciales deben verificarse como 100% no alterados y no extraídos químicamente.

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Si se produce una reacción negativa a partir del uso de un aceite en particular, el paciente debe dejar de usarlo inmediatamente y consultar con su médico. Se pueden prescribir diversas plantas para tratar los síntomas de la sensibilidad química múltiple.

También deben ser prescritas y seleccionadas con mucho cuidado, especialmente en aquellos pacientes que presentan alergias alimentarias conocidas. Las plantas deben ser recomendadas por un fitoterapeuta con experiencia o un médico naturópata profesional, y hay que administrar pequeñas dosis de muestra antes de intentar dosis completas con el fin de detectar la presencia de reacciones alérgicas.

El cardo mariano (Silybum marianum) puede ser útil para limpiar el hígado después de la lesión química.

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Prevención

La sensibilidad química múltiple es difícil de prevenir porque, incluso en exposiciones a dosis elevadas, diferentes personas responden de forma distinta.

Garantizar una ventilación adecuada en situaciones con riesgo de dosis elevadas agudas o exposición química crónica a dosis bajas, además de llevar el equipamiento protector específico en situaciones industriales, minimiza el riesgo.

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