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Remedios con lengua de vaca para adelgazar, sinusitis y más

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El rumex crispus, llamada popularmente lengua de vaca, es una planta que crece de forma salvaje en todo el mundo. Pertenece a la familia Polygonaceae.

Tiene unas raíces de color amarillo amarronado que miden hasta 30 cm de longitud. Las hojas llegan a medir 25 cm de largo y se usan como alimento, mientras que las raíces y también las hojas sirven de remedio fitoterápico.

Desde el punto de vista del análisis químico, Rumex crispus contiene antraquinona, glucósidos, taninos, rumicina y oxalatos, como el oxalato de potasio.

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Propiedades curativas

Se utiliza principalmente en el tratamiento de problemas digestivos, enfermedades hepáticas y trastornos cutáneos. Se ha descrito como una planta astringente, colagoga, hepática, laxante y nutritiva.

Contiene relativamente pequeñas cantidades de glucósidos y antraquinonas, que son potentes laxantes en dosis mayores. Por este motivo, se emplea como laxante suave. También se utiliza para recuperar la función hepática.

Si se aplica externamente como antiséptico y astringente, es útil para tratar cortes en la piel, inflamaciones, erupciones cutáneas, forúnculos, quemaduras, hemorroides sangrantes, mordeduras y picaduras de insectos y heridas.

También se toma por vía oral a modo de tratamiento de trastornos cutáneos, como psoriasis, eccema, acné y otras erupciones, o en combinación con plantas como trébol común (Trifolium pratense), diente de león {Taraxacum officinalis), clavo {Galium aparine) y bardana {Arctium lappa).

También se usa en el tratamiento de trastornos hepáticos y de la vesícula biliar. Se considera una planta colagoga, porque parece estimular la producción de bilis y fluidos digestivos.

La lengua de vaca es nutritiva porque contiene vitamina C, hierro, calcio y fósforo. Otras utilidades de esta planta por parte de los fitoterapeutas tradicionales han sido el tratamiento de la vaginitis, los fibromas, la anemia y los ganglios inflamados.

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Remedios populares

Tanto las raíces como las hojas de Rumex crispus o lengua de vaca se usan como remedio. Debido a la naturaleza leve general de sus acciones, suele combinarse co otros remedios fitoterápicos. Las raíces se recogen al final del verano y otoño, entre los meses de agosto y octubre.

Se limpian bien y se ponen a secar. Se cortan o trituran y se utilizan para prepara, ungüentos, tinturas, decocciones o infusiones. La raíz se guarda en frío en un lugar fresco y seco, pero no se congela.

La infusión para adelgazar se prepara hirviendo entre 5 y lo g de la planta en 50 mi de agua. El jarabe se consigue haciendo hervir 200 g de raíz triturada en 500 mi de agua.

Los extractos secos de Rumex crispus tambien se preparan en forma de comprimidos o cápsulas y están disponibles comercialmente como una mezcla de varios tipos de plantas.

Para su aplicación externa, se utilizan tanto las hojas como la raíz. Esta puede aplicarse en forma de emplasto. Las hojas y los tallos frescos y heñidos se colocan directamente sobre las irritaciones cutáneas o en la zona de la sinusitis.

Se puede hacer un ungüento hirviendo la raíz en vinagre hasta que la fibra se ablande. La pulpa se mezcla después con una grasa sólida, como vaselina, grasa animal o vegetal. Las hojas jóvenes de la planta se pueden comer cocinadas como verduras, pero nunca crudas.

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Precauciones

No se ha establecido una dosis segura, por lo que las mujeres embarazadas o que vayan a dar el pecho y los niños menores de seis años no deben tomar Rumex crispus, ni las personas con enfermedades crónicas del tracto gastrointestinal (úlceras duodenales, reflujo gastroesofágico, colitis espastica, diverticulosis o diverticulitís).

Una persona con historia de cálculos renales tampoco debe emplearla, ya que los oxalatos y taninos presentes en la planta agravan su enfermedad.

Cuando se utiliza como laxante, Rumex crispa no ha de prolongarse más de una semana, a menos que el médico indique otra cosa. El exceso de laxantes puede crear dependencia. Cualquier cambio brusco en los hábitos intestinales que dure más de dos semanas debe motivar la consulta

con el médico en lugar de utilizar un laxante. Los niños menores de seis años no deben recibir un laxante si no es prescrito por el médico.

Los efectos secundarios, especialmente en dosis altas, son diarrea, erupciones cutáneas, náuseas y vómitos. La lesión renal, caracterizada por la presencia de sangre en la orina, la disminución del flujo urinario y la tumefacción de las manos y los pies, es una posible complicación.

Para aumentar la actividad de Rumex crispus, se usa en combinación con otras plantas, como trébol común (Trifolium pratense), diente de león (Taraxacum officinalis), clavo (Galium aparine) y bardana (Arctium lappa).

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