Remedios para el pánico escénico o miedo escénico

El pánico escénico o miedo escénico está muy relacionado con el mundo de la actuación especialmente en el teatro y las presentaciones el cual puede provocar que el mejor de los actores o cantantes quede reducido a un manojo de nervios.

Sin embargo, no se necesita ser actriz para sentir la angustia por la actuación. Absolutamente todo el mundo la puede padece. Cuando se tiene una entrevista importante para un empleo, un examen final, o uno de rendimiento, o un discurso en público, lo más probable es que advierta las señales clásicas del miedo escénico: corazón acelerado, rodillas que flaquean, voz temblorosa y estómago revuelto.

Es importante señalar que una persona con miedo escénico tiene, en el fondo, una angustia ante un posible mal desempeño.

Lógicamente, las perfeccionistas caen más en este estado, conceden mucha importancia a las opiniones de otros. Cabe decir lo mismo de cualquier otra persona que no tenga demasiada autoestima.

Para ser justos, no hay que olvidar que la angustia tiene su lado bueno. En dosis moderadas, llena de energía y motiva para prepáranos y sobresalir.  Existe una relación muy importante entre la angustia y el cómo se actúa.  Cuando no existe ésta -o hay muy poca-, el desempeño suele ser menor. Conforme la ansiedad aumenta, la intervención mejora, hasta un cierto punto. Después de un rato, si llega a ser demasiada, afecta negativamente la acción.

Así pues, el secreto está en mantener controlada la angustia originada por el papel a desempeñar.  En este sentido, se detallan algunos remedios que tienen como fin aliviar y ayudar a controlar ese miedo escénico para que no sea excesivo.

Remedios populares

Remedio para el pánico escénico o miedo escénico #1: Verter 1 cucharada de hojas de tilo en una taza de agua que esté hirviendo.  Cubrir y dejar refrescar.  Colar y tomar 1 hora antes de la presentación escénica que se tenga.

Remedio para el pánico escénico o miedo escénico #2: Verter 3 gotas de tintura de valeriana (se puede conseguir en las farmacias botánicas o herbolarios) e un vaso de agua.  Tomar a sorbos lentamente 1 hora antes de la presentación.

Remedio para el pánico escénico o miedo escénico #3: Verter en un difusor de aromaterapia 5 gotas de aceite esencial de lavanda y 5 de aceite esencial de mejorana y respirar profundamente.  Realizar este remedio una hora antes del evento que produce miedo escénico.

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Remedio para el pánico escénico o miedo escénico #4: Hacer una infusión con 1 cucharada de flores de amapola de California en una taza de agua que esté hirviendo.  Tapar y dejar refrescar.  Colar y tomar una hora antes del evento.

Remedio para el pánico escénico o miedo escénico #5: Hervir una taza de agua por 5 minutos y pasado ese tiempo, retirar del fuego.  Luego, verter 1 cucharada de hojas y flores de pasiflora y dejar refrescar.  Tomar, luego de colado, una taza de esta infusión una hora antes de la presentación.

Remedio para el pánico escénico o miedo escénico #6: Poner unas gotas de aceite esencial de jazmín en un pañuelo y llevar consigo en la presentación.  Oler el pañuelo si siente que el pánico escénico es demasiado.

Remedio para el pánico escénico o miedo escénico #7: Verter 5 gotas de tintura de escutelaria (se puede conseguir en las farmacias botánicas) en un vaso de agua.  Tomar 1 vaso 1 hora antes de la presentación.

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Recomendaciones

Imaginar su éxito. Si le faltan unos cuantos minutos para pronunciar un discurso o presentar un examen, respire profundamente y relájese con algunas imágenes tranquilizantes. Imagine que lleva a cabo muy bien la tarea o que usted y su familia se encuentran ya celebrando los exitosos resultados.

Dar vida a su imagen. Visualice cómo se vería si usted se estuviera contemplando en una película. Obsérvese mientras pronuncia esas palabras acaloradas de oratoria, o responde las preguntas del examen con gran facilidad. Asimismo, cuando brinda por su triunfo con sus seres queridos. Esto no únicamente le dará una actitud mental positiva, sino que también reforzará su confianza y la tranquilizará.

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Intentar visualizarse en otro ambiente. Otra alternativa es situarse en un ambiente completamente diferente, uno muy sereno -por ejemplo, una cabana de paja en Fiji.  Hay quienes manifiestan que esta técnica les ayuda mucho. Si le encanta el mar, véase en la playa. También en una hamaca, bajo un árbol; en cualquier lugar seguro y tranquilo. Se sentirá más relajada.

Decir: “Es normal que esté nerviosa”. Si está a punto de realizar algo muy angustiante, como pronunciar un discurso en una sala con muchísimas personas, acepte que la mayoría de las personas se sentirían nerviosas en su situación. No se descontrole. Tome en cuenta que se trata de una actividad que alteraría a cualquiera.  Admita que no tiene nada de malo sentirse un poco angustiada.

Esperar una mejoría en seguida. Cuando empiece su actuación, los nervios normalmente cederán. Si las primeras palabras salidas de su boca en la revisión anual con su jefe tienen un ligero temblor, no se preocupe. “Se calmará”,

Analizar los posibles errores. En caso de que le quede algún tiempo disponible, analice, exactamente, qué le produce miedo. ¿El éxito o el fracaso? ¿Qué consecuencias concretas? Después, averigüe qué haría si esos resultados se dieran e imagínese viviendo justo eso. El verse a sí misma en el escenario de la derrota le servirá para manejar su angustia y prever soluciones. “Por ejemplo, supongamos que se imagina que ha olvidado lo que va a decir a la mitad de su discurso”. “Inmediatamente, recuérdese cuando su padre, cariñosamente, le decía que nadie es perfecto, que usted no tiene que ser perfecta. Luego, imagínese que continúa con la siguiente frase del discurso, por lo que prosigue su actuación.”

Prepararse La preparación no tiene sustituto. Ensayar lo que tenga que hacer -ensáyelo hasta el cansancio-hasta que le salga tan natural y automático que, después, no tenga que invertir mucho tiempo para recordar en qué momento se siente más tensa.

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