Talasoterapia: Indicaciones y contraindicaciones
La talasoterapia es una disciplina que emplea todas las propiedades del mar y los elementos que lo componen, para sanar enfermedades, tratar problemas estéticos, o simplemente relajarse tras una jornada de intenso trabajo y carga de estrés.
Toda su riqueza puede ayudar a conseguir el equilibrio perfecto para disfrutar de una vida más saludable.
Hay una variedad de alternativas que puedes elegir según tus gustos y necesidades específicas.
Terapias naturales relacionadas con el mar
Agua del mar El efecto mecánico de las olas del mar, así como la resistencia física que ejerce la persona mientras estas rompen sobre el cuerpo, produce una especie de masaje que tiende a mejorar notablemente los problemas circulatorios, los musculares y los dermatológicos.
Sol La helioterapía (baños de sol) ofrece grandes beneficios terapéuticos, siempre y cuando se tomen las debidas precauciones como la aplicación de protector solar y el cuidado de los ojos. La acción antiséptica y bactericida del sol, es una solución para las afecciones de la piel como el acné y los eczemas.
Clima Cuando se está en la playa se puede disfrutar de un clima realmente agradable, bastante cálido, pero a la vez fresco y ventilado, ayudando al organismo a mejorar sus funciones. La climatoterapia aprovecha la pureza del aire, para fomentar la relajación y respiración.
Aire Con la aeroterapia se busca favorecer la circulación superficial y el aspecto de la piel, otorgando una mayor firmeza y elasticidad. Los baños de aire se efectúan a una temperatura es pecífica, no mayor de 18 grados, y no menor de 10.
Arena Estos baños con sisten en cubrir una parte o la totalidad del cuerpo con arena de playa, seca y tibia. Para garantizar su efectividad la persona debe acostarse durante un tiempo aproximado de una hora, en un hoyo previamente climatizado. La cabeza permanecerá fuera del hoyo, humedecida de manera permanente con compresas frías.
Múltiple indicaciones y aplicaciones
La terapia está altamente indicada en diversos procesos patológicos, tales como:
Procesos de reumatismo crónico, osteoporosis, y patologías de la columna vertebral. En patologías del aparato locomotor y sistema músculo-esquelético.
Postoperatorios por casos relacionados con traumatismos.
Várices y edemas; en estos casos la acción de los procedimientos favorece la circulación y desinflama.
Dolor general y en zonas específicas, por su importante factor analgésico.
Afectación neurológica, o cualquier patología en la que se indique recuperación del tipo funcional, i Procesos asmáticos, faringitis, y otras afecciones relacionadas con el sistema respiratorio.
Psoriasis, acné, dermatitis atópica, flacidez, envejecimiento prematuro, manchas, y otras condiciones dermatológicas.
Malestares de la menopausia, trastornos menstruales, enfermedades fúngicas, vaginitis de origen viral o bacteriano y período postparto.
Estados de ansiedad o alteraciones del estado de ánimo, estrés, insomnio, depresiones, cansancio y fatiga.
Secuelas originadas por accidentes cardiovasculares o producidas por la enfermedad de Parkinson.
Contraindicaciones
Estados caquécticos, relacionados con extrema desnutrición, atrofia muscular y deterioro funcional en personas que no buscan perder peso activamente.
Procesos reumatológicos de carácter agudo.
Casos de flebitis (inflamación de una vena) o trombosis (obstrucción de un vaso sanguíneo por un coagulo de sangre) desarrollados recientemente.
Insuficiencia de hígado o renal muy avanzada.
Patología aguda de corazón reciente, como IAM o angina.
Procesos respiratorios desarrollados con carácter descompensatorio.
Todas aquellas enfermedades que ameriten un tratamiento psiquiátrico.
Procesos infecciosos.
Fiebre.
Ulceras o heridas en la piel.
Embarazo entre el primer y último trimestre
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