Remedios con inonotus obliquus u hongo chaga

El inonotus obliquus, conocido también con el nombre ruso de chaga, es un hongo parasitario de algunos árboles (en especial del abedul) y tiene aspecto de carbón quemado o trozo de escoria.

Es muy prolífico en el este y el norte de Europa, en especial en los bosques de abedules de Rusia, así como en Corea, el norte de Estados Unidos y Canadá. Es negro, con una parte fértil marrón oscuro, y tiene poros en lugar de láminas.

Esta seta se ha venido utilizando como medicina popular en el norte de Europa y Asia durante milenios. La primera evidencia de su uso por parte de los seres humanos la encontramos en la momia del «Hombre del hielo», de 5.300 años de antigüedad y descubierta en 1991, que llevaba dos trozos de este hongo, del tamaño de castañas, horadados por el centro y atados a la muñeca izquierda con cintas de piel retorcida.

Se documentó entre el 25 y el 220 dC. por un monje en el Shennong Bencaojing. Desde el siglo xvi encontramos innumerables registros del uso de esta seta en la medicina popular y botánica de los países de Europa oriental. En Occidente, sin embargo, le empezaron a prestar atención a partir de la publicación de la obra de Aleksandr Solzhenitsyn

El pabellón del cáncer, de 1968. En ella un médico rural llamado Sergei Maslennikov observa que sus pacientes muzhik (campesinos) rara vez contraen cáncer porque toman con regularidad infusión de chaga (inonotus obliquus).

Propiedades curativas

Aunque su uso fundamental en Rusia es como medicamento anticarcinógeno (está aprobado como tal en Rusia desde 1955), en el resto del mundo se utiliza sobre todo para combatir trastornos gástricos y como antiemético, aperitivo, purgante, tónico, antioxidante y estimulante del sistema inmune.

Esta «reina de las plantas» es muy valiosa en Siberia gracias a su acción antibacteriana y desinfectante y por sus propiedades antiinflamatorias en el tratamiento de la gastritis y otras enfermedades y dolencias del tracto gastrointestinal como inflamación del esófago. Se emplea también como remedio paliativo para los tumores localizados en diferentes lugares.

Como medicamento popular se ha utilizado para tratar una gran diversidad de males, incluidos los cánceres digestivos y hepáticos, la tuberculosis y las úlceras, la gripe, la artritis, las protuberancias fúngicas, los trastornos de la piel y los cólicos hepáticos y biliares provocados por cálculos, y se le atribuye que proporciona longevidad.

En 1958 las investigaciones finlandesas y rusas sobre este hongo descubrieron que tenía unos efectos muy significativos en diversos tipos de cáncer: de mama, hepático, uterino y gástrico, así como en la hipertensión y la diabetes. Lo que es más, en 2005 se comprobó que produce unos efectos anticarcinógenos indirectos a través de la inmunoestimulación.

En todos estos frentes, la investigación sigue en marcha. En enero de 2008 los investigadores coreanos descubrieron que puede proporcionar una nueva opción terapéutica en el tratamiento del cáncer hepático.

Remedios populares

Remedio con inonotus obliquus u hongo chaga para reforzar el sistema inmunológico #1 Tomar 7-10 gramos de inonotus obliquus en polvo mezclado en una taza de agua a diario.

Remedio con inonotus obliquus u hongo chaga para reforzar el sistema inmunológico #2 Verter 8-10 gotas de extracto inonotus obliquus en 1 vaso de agua 2 veces al día.

Remedio con inonotus obliquus u hongo chaga para la artritis Verter 1 cucharadita de innotus obliquus triturada en una taza de agua y hervir por 5 minutos. Tapar y dejara refrescar. Colar y tomar 3 veces al día por un mes.

Remedio con inonotus obliquus u hongo chaga para la longevidad: Mezclar 4 oz de inonotus obliquus en trozos o en polvo, 1 cucharadita de polvo de maca, 2 cucharaditas de virutas de canela, 1 cucharadita de vainas de cardamomo y 1 cucharada de jengibre fresco, en rodajas finas en ½ litro de agua y tomar a lo largo del día.

Recomendaciones y precauciones

Las infusiones de inonotus obliquus no son tóxicas, pero a veces pueden producirse reacciones alérgicas.

Si se utiliza durante un periodo muy largo o en dosis elevadas puede provocar un aumento de la irritabilidad del sistema nervioso, por lo que se aconseja realizar modificaciones en la dieta (tomar alimentos sin conservantes ni productos ahumados o con especias, un consumo limitado de carne y grasas de origen animal y nada de alcohol) durante el tratamiento.

Está contraindicado en pacientes que estén recibiendo tratamiento intravenoso de penicilina o glucosa. Debe consultarse con un médico cualificado antes de dárselo a niños menores de cuatro años.