Remedios para las fobias
Una fobia es un temor, miedo o una ansiedad exagerada, desmesurada e irracional.
En otras palabras, una persona con una fobia tiene un deseo apremiante de evitar contacto con un objeto, animal, persona o una situación determinada.
Si se observa aquello que provoca semejante pánico, se comprueba que esto no suele representar peligro alguno para la mayoría de las personas.
Se considera que aproximadamente 1 de cada 20 personas tiene una.
La raíz de la mayoría se encuentra en la niñez y el problema normalmente aparece al final de esta etapa, en la adolescencia o al entrar a la vida adulta.
Las fobias toman muchas formas diferentes, pero se pueden dividir básicamente en dos tipos: fobias simples y fobias complejas.
Las fobias específicas a un objeto, situación o actividad, como el temor a las arañas, a las alturas o a volar se llaman fobias simples. Por ejemplo, la claustrofobia, el temor a los espacios cerrados, es una fobia simple. Otro ejemplo es el temor a la sangre, que es una fobia simple común que afecta a más hombres que mujeres.
Estas fobias son más complicadas y las componen varios temores. La agorafobia es un ejemplo de una fobia compleja que involucra múltiples ansiedades. Estos temores pueden incluir estar solo en un espacio abierto o estar atrapado en un lugar público sin una salida a un lugar seguro. El tipo de situación que provoca la agorafobia incluye el uso de transporte público, ascensores y estar en tiendas llenas de gente.
Para evitar estas situaciones, una persona con agorafobia grave podría eventualmente recluirse en casa. De vez en cuando, la agorafobia aparece en la edad madura y es más común en las mujeres. Las fobias sociales, como la timidez excesiva, también se clasifican como fobias complejas. Las personas con fobias sociales tienen un temor abrumador de pasar vergüenza o de ser humilladas frente a otros, en situaciones sociales como comer o hablar en público.
A menudo no se logra encontrar las causas de la aparición de una fobia. Sin embargo, a veces se considera que provienen de una experiencia anterior en la vida. Por ejemplo, quedar temporalmente atrapado en un lugar encerrado durante la niñez podría traducirse en la claustrofobia más adelante.
Las fobias simples parecen ser comunes a la familia, pero se piensa que eso se debe a que los niños a menudo aprenden sus temores de un miembro de la familia con una fobia similar.
Las fobias complejas, como la agorafobia, a veces aparecen después de un ataque de pánico no explicado. Algunas personas recuerdan que una situación estresante provocó los síntomas y luego quedan condicionadas a sentirse ansiosas frente a esa situación. La mayoría de las fobias sociales también comienza con un episodio repentino de ansiedad en una situación social, que luego se transforma en el enfoque principal de la fobia.
Los síntomas más comunes son una ansiedad intensa acompañada por:
- Mareos y sensación de desmayo
- Palpitaciones (conciencia de latidos del corazón anormalmente rápidos)
- Sudor, temblores y las náuseas
- Falta de aliento.
Un factor común de todas las fobias es la evasión. El temor a encontrarse inesperadamente con el objeto de la fobia limita las actividades y la persona que la sufre se queda en casa y se deprime. A veces, una persona con una fobia trata de aliviar el temor 1 bebiendo demasiado o abusando de las drogas.’
Remedios populares
Este tipo de fóbicos anticipan en horas, días o meses todos los acontecimientos. Sus fantasías les hacen vivir todo lo que hagan en forma negativa. Sienten ansiedad cuando hacen una cita amorosa o deben ir al dentista o al médico.
Remedio homeopático para la fobia #2: Kali bromatum Este remedio es ideal para aquellos con fobias a pasar por ciertas esquinas; a que algo vaya a pasar; a la destrucción inminente de todo lo que lo rodea; a estar solo; a fantasmas; a la apoplejía; a la locura; a ser envenenado; a tocar el piano; miedo con tristeza. Igualmente funciona para los fóbicos que necesitan moverse o estar ocupados continuamente. Tienen manos inquietas, que están en constante movimiento. Padecen ansiedad de noche y terrores nocturnos.
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Remedio homeopático para la fobia #3: Kali carbonicum Los que temen estar solos por miedo a morir, sobre todo, si al anochecer están en cama; peor todavía, de 3 a 4 de la madrugada. También funciona a aquellos que sufren:
- – Miedo a enfermedades; a la gente; a la multitud.
- – Se asustan fácilmente por pequeneces. Lleno de miedos imaginarios.
- – Sienten todo en el estómago. La ansiedad, los sustos, los miedos.
- – No toleran que les toquen, les sobresalta. Desean compañía.
Remedio homeopático para la fobia #4: Lyssinum Este remedio funciona en las personas con fobias a estar solos; a oír malas noticias (lo agrava); a perder la razón; a la desgracia; a los cuchillos; a que se le acerquen vehículos; a ser mordidos; a los perros; al agua. Con ansiedad, irritabilidad y miedo, por ver u oír agua corriente o que empeoran sólo por ver objetos brillantes, espejos o el brillo de la superficie del agua. Para la hidrofobia, y quienes muerden cualquier cosa, cucharas, almohadas, etcétera, y tienen gran dificultad para tragar líquidos; aversión al agua. Convulsiones.
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Remedio homeopático para la fobia #5: Lilium tigrinum Este remedio resulta bueno en el caso del fóbico constantemente preocupado por temores: a estar solo; a volverse loco; a los negocios; a morir; a enfermedades; a estar enfermo de algo incurable o del corazón; al movimiento en descenso; a caerse. Igualmente, funciona en aquellos con aversión al trabajo mental. inconstancia; emprenden muchas cosas y no persisten en nada.
Remedio homeopático para la fobia #6: Lycopodium Es un remedio para los que padecen temores, pero sólo de día; a estar solos; a los sitios estrechos; a que se les acerquen; a las multitudes; a la oscuridad; a enfermedades; a los proyectos; a no llegar a destino. También en aquellos con temor constante a todo. Se siente el miedo en el estómago. Ansiedad, en su casa y al aire libre. Asustadizos al despertar de un sueño o antes de dormir.
Recomendaciones
Sea positivo. Ante el pensamiento negativo que algo puede atemorizarnos o lastimarnos, se recomienda cambiarlo por un pensamiento realista y positivo. Por ejemplo: El perro me mordera, pero esto no puede ser posible, ya que está bien atado.
Realizar juegos mentales Cuando se sienta que la fobia aparece, es necesario concentrarse en otra cosa. Para ello, se puede contar hacia atrás, hablar en voz alta o respirar pausadamente.
Evitar el consumo de bebidas con cafeína Este tipo de bebida puede, según estudios, recrear algunos de los síntomas que se presentan en un ataque de pánico.
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Verificar el nivel de azúcar en la sangre Ciertas investigaciones han demostrado que las personas que sufren de fobias tienen síntomas similares a los de aquellas que tienen un bajo nivel de azúcar en la sangre. Asegurarse que los niveles de azúcar en la sangre permanezcan estables podría ayudar a prevenir los ataques.
- Coma varias veces al día, en porciones pequeñas.
- Coma carbohidratos complejos (patatas, pan y cereales integrales, arroz y pasta); evite los carbohidratos simples (azúcar, dulces, pasteles y galletas).
- Siempre mantenga un regrigerio a mano; lo mejor son las nueces, las frutas frescas y las deshidratadas.
Buscar ayuda profesional si una fobia es tan desproporcionada que interfiere con la vida normal de la persona.
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