Es el aceite de pescado un remedio para el corazón?
Los aceites de pescado derivan de peces de agua fría como el salmón, el bacalao, el atún o la caballa.
Recientemente se les ha prestado atención como suplementos dietéticos porque son ricos en ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos omega-3, junto con los ácidos grasos omega-6, son componentes importantes de una dieta saludable.
El organismo no puede fabricarlos y debe obtenerlos de cereales, frutas, aceites vegetales y otros alimentos. Además, es necesario consumir una proporción equilibrada de ácidos grasos omega-6 y omega-3.
Algunos investigadores creen que estos dos tipos de ácidos grasos deben consumirse en la misma proporción, mientras que otros sostienen que hay que consumir varias veces más ácidos grasos omega-3 que omega-6.
En cualquier caso, los aceites de pescado son ricos en ácidos grasos omega-3 y pueden ayudar a mantener el equilibrio en la ingestión de ambos tipos de ácidos grasos. Los tipos de ácidos grasos omega-3 más importantes que se encuentran en los aceites de pescado son el ácido eicosapentanoico y el ácido docosahexaenoico.
El organismo necesita el primero de ellos para producir prostaglandinas, sustancias de tipo hormonal que ayudan a proteger el corazón y las membranas celulares. El segundo es necesario para el buen funcionamiento del cerebro, los ojos y el aparato reproductor.
En general, los aceites de pescado se recomiendan como suplementos dietéticos para disminuir el nivel de triglicéridos en la sangre, disminuir la inflamación de diversas partes del organismo y fluidificar la sangre.
El aceite de pescado y la salud del corazón
Los ácidos grasos omega-3 de los aceites de pescado incrementan la concentración del colesterol considerado saludable, es decir, las lipoproteínas de alta densidad, a la vez que disminuyen la concentración del colesterol considerado perjudicial, es decir, las lipoproteínas de baja densidad.
También disminuyen el nivel de colesterol total. Por lo tanto, los aceites de pescado protegen el corazón, ya que evitan la formación de coágulos sanguíneos y depósitos grasos en las paredes arteriales.
En las personas que sufren de enfermedad coronaria los aceites de pescado pueden ayudar a reducir el riesgo de coágulos sanguíneos en el cerebro o los pulmones, el dolor asociado a la angina de pecho y el riesgo de arritmias cardíacas.
Los beneficios de los ácidos grasos omega-3 han quedado demostrados en diversos estudios clínicos. Su investigación empezó cuando se descubrió que los esquimales raramente presentaban ataques cardíacos o artritis reumatoide, a pesar de que su dieta es muy rica en grasa de pescado, focas y ballenas.
Estos alimentos contienen una gran cantidad de ácidos grasos omega-3, por lo que se interpretó que este tipo de ácidos grasos ayudaban a proteger a los esquimales de las consecuencias habituales de las dietas ricas en grasas.
Estudios posteriores confirmaron que las dietas ricas en ácidos grasos omega-3 disminuyen el riesgo de ataques cardíacos, accidentes vasculares cerebrales y alteraciones del ritmo cardíaco.
En un estudio realizado en más de 20.000 personas, las que consumían pescado al menos una vez a la semana disminuían a la mitad el riesgo de padecer ataques cardíacos, en comparación con las que no comían pescado.
En un estudio con un seguimiento de cinco años, los individuos que siguieron una dieta mediterránea, poniendo especial énfasis en los aceites ricos en ácidos grasos omega-3 y en el pescado, las frutas y las verduras, tuvieron tasas de ataques cardíacos un 70% menores en comparación con las personas que no seguían este tipo de dieta.
Sin embargo, todavía queda por responder la cuestión de si el aceite de pescado consumido de forma aislada como suplemento dietético es tan eficaz como la dieta rica en pescado, ya que no es exactamente lo mismo.
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En un estudio con más de 11.000 personas seguidas entre tres y cinco años, se observó que el aceite de pescado reducía el riesgo de muerte por ataque cardíaco. Sin embargo, este estudio presentaba algún defecto metodológico que hizo que sus resultados no pudieran considerarse concluyentes.
Los aceites de pescado, también, pueden ayudar a controlar la presión sanguínea. Diversos estudios han demostrado que su ingesta disminuye la presión arterial. Por otro lado, en un estudio con más de 2.000 personas, no se consiguió ningún resultado final significativo.
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¿Cuánto es seguro consumir?
El aceite de pescado se puede consumir de diversas maneras, como cápsulas o se puede incluir en las comidas diarias.
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La dosis no debe exceder 3 cápsulas de aceite de pescado por día. 1000 mg de aceite de pescado contiene aproximadamente 300 mg de ácidos grasos omega-3 por lo que puede utilizar la cantidad de aceite de pescado en sus comidas.
Una ingesta diaria de 3000 mg o menos es segura para todos. Las mujeres embarazadas y lactantes pueden consumir aproximadamente 3200 mg por día.
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