Beneficios de la vitamina D para el organismo

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La vitamina D es un nutriente fundamental para el funcionamiento correcto de nuestro cuerpo.

Es importante no sólo para el mantenimiento de una densidad ósea adecuada, sino que muchas funciones celulares y neurológicas mediadas por el calcio, además del crecimiento y desarrollo normal, dependen de ella.

También ayuda al sistema inmunitario al producir un tipo de glóbulos blancos denominados monocitos. Los glóbulos blancos son células que luchan contra la infección. Existen muchas formas químicas de vitamina D, que dispone de diversos grados de actividad biológica.

Beneficios de la vitamina D

Una de las mayores utilizaciones de la vitamina D es la prevención y tratamiento de la osteoporosis. Esta enfermedad es esencialmente el resultado de una depleción de calcio, pero los suplementos de calcio solo no impiden el desarrollo de la enfermedad, por lo que se necesita vitamina D para absorber y utilizar adecuadamente el calcio.

Tampoco es útil tomar vitamina D sin calcio: deben tomarse juntos para que realmente aumente la densidad ósea en las mujeres posmenopáusicas, que son las susceptibles de presentar pérdida ósea y complicaciones como fracturas.

La osteomalacia y el raquitismo también se previenen y tratan eficazmente mediante un suplemento adecuado de vitamina D. La osteomalacia se refiere al reblandecimiento de los huesos que se produce en los adultos con un déficit de vitamina D.

El raquitismo es un síndrome que afecta a los niños con deficiencia de vitamina D y que da lugar a piernas abombadas, deformidades articulares y escaso crecimiento y desarrollo.

La vitamina D también forma parte de la prevención del cáncer, al menos del cáncer de colon. Su deficiencia aumenta el riesgo de este tipo de cáncer, aunque no hay ninguna contraindicación si se toma más dosis de la recomendada. También puede tener un efecto protector frente al cáncer de próstata y de mama, si bien no se ha demostrado totalmente. Hay estudios en marcha para demostrar si puede erradicar la leucemia y el linfoma.

La acción de al menos un agente quimioterápico, el tamoxifeno, parece mejorar con pequeñas dosis añadidas de vitamina C. El tamoxifeno suele usarse para tratar los cánceres de ovario, útero y mama.
Muchos ancianos tienen deficiencia de vitamina D. Esto puede afectar a la audición al originar una mala función de los huesecillos del oído que transmiten los sonidos.

En caso de pérdida de audición, es posible que la suplementación con vitamina D pueda revertir la situación.

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Algunas enfermedades metabólicas responden al tratamiento con dosis y formas específicas de vitamina D. Entre éstas se encuentran el síndrome de Fanconi y la hipofosfatemia familiar, ambas resultado de cifras bajas de fosfato. En estas enfermedades, las vitaminas se administran junto con un suplemento de fosfato para favorecer su absorción.

Se dispone de una forma tópica de vitamina D que puede ser útil en el tratamiento de la psoriasis en placas. También es beneficiosa en las personas con vitíligo o esclerodermia. Se cree que esta crema, en forma de calcitriol, afecta a los niveles internos de calcio y fósforo. Los suplementos orales de vitamina D no son útiles para tratar la psoriasis.

La evidencia no apoya la utilización de la vitamina D para combatir el alcoholismo, el acné, la artritis, la fibrosis quística o el herpes.

Fuentes naturales de vitamina D

La exposición a la luz solar es el principal método para obtener vitamina D. Cuando el tiempo es claro y soleado, aproximadamente diez minutos al día de sol producen una cantidad adecuada, aunque sólo se exponga la cara.

En invierno se pueden necesitar más de dos horas. Muchas personas no consiguen la cantidad de exposición suficiente en invierno, pero pueden utilizar la vitamina almacenada durante el tiempo extra pasado al sol en verano. Las cremas solares bloquean la capacidad del sol de producir la vitamina D, pero deben aplicarse después de haber superado el requerimiento mínimo de exposición con el fin de evitar el riesgo de cáncer de piel.

El producto químico 7-dehidrocolesterol en la piel se convierte en vitamina Ds gracias a la luz solar. Posteriormente se metaboliza primero en el hígado y después en los ríñones, donde se obtiene vitamina D3 biológicamente activa.

Es una vitamina hidrosoluble, por lo que su exceso se almacena en el hígado y en los tejidos grasos para su uso futuro. La vitamina D se encuentra de forma natural en el aceite de hígado de pescado, la mantequilla, los huevos, la leche y los cereales enriquecidos en vitamina D2.

Los productos lácteos son la principal fuente dietética para la mayoría de las personas. Otros productos dietéticos no son un buen aporte de vitamina D, como la leche no enriquecida. Los alimentos vegetales son fuentes pobres de vitamina D.

Fuentes suplementarias

La mayoría de los suplementos orales de vitamina D están en forma de ergocalciferol. También está disponible en forma tópica (calcitriol o calcipotrieno), intravenosa (calcitriol) e intramuscular (ergocalciferol). Los productos preparados para administración oral sólo pueden conseguirse mediante prescripción.

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Al igual que todos los suplementos, los de vitamina D deben guardarse en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar y fuera del alcance de los niños.