Remedios para debilidad muscular o miastenia

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La miastenia o debilidad muscular es una enfermedad que se produce por la falta del estímulo nervioso apropiado que los músculos necesitan para contraerse.

Cuando el sistema nervioso central desea realizar un movimiento, envía un impulso a través de un nervio que se dirige hacia el músculo o grupo muscular que tiene que ser movilizado; la forma de transformar ese impulso eléctrico nervioso en una orden de contracción muscular es a través de la liberación de un neurotransmisor llamado acetilcolina, que cruza la brecha existente entre el final del nervio y el propio músculo y se une a receptores específicos del mismo, lo que provoca la acción muscular.

La miastenia se produce por una disminución de estos receptores de acetilcolina en el músculo, lo que provoca una baja respuesta muscular a los estímulos cerebrales.

La causa de este descenso de receptores es autoinmune, es decir, provocada por los propios anticuerpos del organismo que bloquean y destruyen a aquellos al identificarlos como una estructura extraña al organismo.

El timo, que es una glándula del sistema defensivo situada en el cuello, tiene una relación directa con la producción de dichos anticuerpos. En cualquier caso parece que existe una alteración genética responsable de esta alteración de la inmunidad.

La edad de comienzo suele situarse entre la segunda y tercera década de la vida, afectando en mayor proporción a las mujeres, sobre todo cuando aparece antes de los 40 años y siendo igual para ambos sexos a partir de los 60. Es una enfermedad extraordinariamente infrecuente, con sólo cuatro o cinco casos nuevos cada año por cada millón de habitantes.

El síntoma más característico de esta enfermedad es la debilidad muscular, generalizada o de una región corporal concreta, que empeora notablemente con el esfuerzo del músculo.

Puede afectar exclusivamente a la musculatura ocular (produce caída de los párpados) y no progresar o puede extenderse al resto del aparato locomotor de forma progresiva.

La forma habitual de evolucionar la enfermedad es como periodos de mejoría amplios que se alternan con recaídas agudas; cuando éstas son muy graves y necesitan asistencia respiratoria se denominan crisis miasténicas.

El diagnóstico no es sencillo dado que al tratarse de una dolencia poco habitual se puede correr el riesgo de atribuir el cansancio o la impotencia muscular a otras causas mucho más frecuentes y retrasar su detección.

El aumento de la debilidad muscular con el uso repetido del mismo y la mejoría tras el descanso son signos de sospecha de esta enfermedad, que se confirmará con diversas pruebas como el electromiograma o si se observa mejoría con la administración de ciertas sustancias.

El tratamiento se basa en una serie de medidas de soporte vital del enfermo como son la asistencia alimenticia y respiratoria en las formas más graves (las miastenias generalizadas) que requieran hospitalización, junto con reposo.

La extirpación del timo está indicada precozmente en todos los pacientes jóvenes y produce una mejoría apreciable en la mayoría de los casos.

El pronóstico de la miastenia gravis es bueno cuando la enfermedad comienza en la juventud y se detecta pronto; la ausencia de crisis miasténicas también es un buen signo de evolución.

Aunque ésta es una enfermedad que requiere de un tratamiento médico, los remedios caseros y naturales son un complemento que alivian el malestar que produce y que, a continuación, se describen:

Remedios populares

Remedio para debilidad muscular o miastenia #1: Empapar tintura de amargo sueco (se puede encontrar en las farmacias botánicas y herbolarios) diluida en agua en un paño limpio y aplicar sobre las zonas afectadas por debilidad muscular. Realizar un masaje suave varias veces al día.

Remedio para debilidad muscular o miastenia #2: Mezclar, a partes iguales, las siguientes plantas: Melisa, vara de oro, equiseto menor y serpol. Dejar que repose 100 g del preparado en 5 litros de agua fría por 12 horas Pasado ese tiempo, calentar esta mezcla, filtrar y verter éste al agua de la tina de baño. Permanecer sentado en la tina por lo menos 20 minutos. El agua deberá cubrir hasta la cintura y debe estar fresca (no muy caliente ni fría).

Remedio para debilidad muscular o miastenia #3: Verter 1 cucharadita colmada de ortiga menor en 1 taza de agua que esté hirviendo. Cubrir y dejar reposar por un minuto. Filtrar y tomar 3 tazas al día.

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Remedio para debilidad muscular o miastenia #4: Llenar con flores de manzanilla una botella y luego verter aceite de almendra dulce hasta cubrir por completo las flores. Dejar macerando en un lugar cálido por 3 semanas. Transcurrido ese tiempo, filtrar y aplicar, mediante masajes suaves, sobre las zonas afectadas por debilidad muscular.

Preguntas y respuestas

¿Es la miastenia gravis una dolencia que evoluciona de forma crónica?

Con períodos de total remisión que hacen pensar que el enfermo se ha curado. Sin embargo, esta curación espontánea se da en muy pocos casos.

A veces los períodos existentes entre las fases progresivas de la dolencia, que en ocasiones se prolongan hasta unos quince años, hacen creer erróneamente que el enfermo se ha curado. Sólo después de un largo número de años sin que se manifieste la afección, y contando con el resultado negativo de las diversas pruebas y exámenes médicos, se llega a confirmar la curación.