Remedios para la intoxicación etílica o por alcohol

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La intoxicación étilica o por alcohol se define como el estado de depresión del sistema nervioso debido a la ingestión de una dosis excesiva de alcohol etílico contenido en las bebidas alcohólicas. Popularmente, y según los grados, se conoce con diversos nombres, entre ellos embriaguez.

Entre sus síntomas se puede mencionar las siguientes:

Sensación de euforia
Enrojecimiento de la cara
Descoordinación de los movimientos
Disminución de los reflejos
Náuseas y vómitos
Pulso débil y rápido
Disminución de la temperatura corporal
Dificultad respiratoria e inconsciencia
Colapso circulatorio y coma etílico (casos extremos)

Las complicaciones ocurren debido a que a que los vómitos en estado de semiinconsciencia pueden ocasionar neumonías al pasar parte del material expulsado a las vías respiratorias. El alcohol estimula la acidez gástrica y puede dar lugar a una inflamación del páncreas.

El diagnóstico médico se efectúa mediante el olor a alcohol del aliento y lenguaje in-coordinado. En caso de duda, determinación de la presencia de alcohol en la sangre (alcoholemia).

Remedios populares

Remedio para la intoxicación etílica #1: Tomar una taza de café cargado, ya que la cafeína se encarga de eliminar el alcohol del organismo en pocas horas.

Remedio para la intoxicación etílica #2: Verter 1 cucharadita de azúcar y otra de bicarbonato de sodio en un taza de agua y tomar a sorbos. Tomar varias tazas para evitar la deshidratación.

Remedio para la intoxicación etílica #3: Verter 3 cucharadas de zumo de limón y 1 de miel en un vaso de agua y tomar varias veces al día.

Recomendaciones

En los casos graves es aconsejable trasladar al intoxicado a un centro hospitalario para que sea sometido al tratamiento adecuado a la gravedad del caso.

Preguntas y respuestas

¿A partir de qué cantidad se puede considerar que existe intoxicación aguda?
Una concentración de 150 mg de alcohol por cada 100 mi de sangre es signo de intoxicación aguda, independientemente de los síntomas que presente el individuo; alrededor del 85 % de las personas, cuando tienen esa cantidad de alcohol en la sangre, se encuentran en estado de embriaguez.

Ahora bien, la cantidad de bebida que es necesario ingerir para alcanzar tal concentración depende de diversos factores, como la clase de bebida, el peso del individuo o la existencia de comida en el estómago. A título orientativo se puede decir que un litro de vino o bien tres whiskys medianos son más que suficientes para intoxicar a una persona de unos 75 kg de peso.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que estas cantidades son las que producen intoxicación aguda, pero que otras mucho menores, tomadas asiduamente, son también perjudiciales para el organismo. De hecho, algunos alcohólicos son absolutamente dependientes del alcohol y sufren sus efectos dañinos sin alcanzar nunca, o muy raramente, los niveles propios de la intoxicación aguda.

¿Puede un estado de embriaguez ocasionar la muerte?
El alcohol actúa de forma parecida a los anestésicos generales, pero, a diferencia de éstos, el margen entre la dosis que produce anestesia y la que deprime peligrosamente el centro nervioso que regula la respiración es muy pequeño. En general, se considera que la concentración mortal es de 500 mg de alcohol por cada 100 mi de sangre, pero hay que tener en cuenta que, si además se ha tomado algún fármaco depresor, por ejemplo, barbitúricos, las acciones de ambas sustancias se ven mutuamente potenciadas y la muerte se puede producir con dosis mucho menores de alcohol.

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Mucha gente considera que el alcohol estimula cuando se está deprimido. ¿Es esto cierto?
De ninguna manera. Son falsedades nacidas de la ignorancia y, a veces, mantenidas por intereses económicos. El alcohol no estimula sino que deprime; lo que sucede es que los primeros centros cerebrales deprimidos son los inhibidores, por lo cual, en los momentos iniciales, el individuo se siente eufórico, pero luego cae en una depresión profunda.

¿Cómo puede saberse qué bebidas alcohólicas son más perjudiciales?
Conociendo la cantidad de alcohol que contiene cada una. Para ello hay que fijarse en la graduación, que suele indicarse en la etiqueta de la botella y que expresa el porcentaje de alcohol puro. Por ejemplo, un litro de vino de 12° contiene 120 mi de alcohol puro, mientras que un litro de whisky de 45° contiene 450 mi.