Remedios para la legionella o legionelosis
Enfermedad infecciosa causada por la bacteria Legionella pneumophila, la cual puede causar un amplio espectro de enfermedades que varía desde fiebre y tos moderadas hasta una neumonía grave acompañada de trastornos gastrointestinales y nerviosos.
Se presenta a cualquier edad, si bien es infrecuente en los niños y su mayor incidencia se registra entre los 50 y los 60 años.
La primera manifestación importante de esta dolencia se produjo en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, entre los participantes de una convención de la Legión Americana. En este brote epidémico resultaron afectadas 182 personas, de las cuales fallecieron 34. Dado que aún no se poseían indicios suficientes acerca del origen de la afección, se le puso, por la circunstancia antes indicada, el nombre de enfermedad del legionario.
La bacteria que causa la legionelosis o enfermedad del legionario se ha encontrado en los sistemas abastecedores de agua (es capaz de resistir la cloración) y se sabe que tiene la propiedad de sobrevivir en ambientes cálidos, húmedos y sistemas de aire acondicionado que existen en edificaciones grandes, incluidos los hospitales.
La transmisión de la Legionella a los humanos se produce por la inhalación de aerosoles y microaspiración de agua contaminados con la bacteria y no se ha demostrado que exista transmisión de la enfermedad de persona a persona. Habitualmente la bacteria procede de torres de refrigeración de edificios o equipos de terapia respiratoria contaminados, como nebulizadores y humidificadores.
Entre los factores de riesgo identificados se encuentran la edad avanzada; el tabaquismo; enfermedades subyacentes como la insuficiencia renal, o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica; personas inmunodeprimidas por la quimioterapia, por el uso crónico de corticoides o en enfermedades como cáncer o leucemia; y personas sometidas a cirugía (fundamentalmente trasplantados y cirugía de cabeza y cuello).
Los primeros síntomas aparecen entre dos y diez días después del contagio, y son vagos y generales: malestar, pérdida del apetito y debilidad.
A los pocos días aparecen tos generalmente seca y fiebre alta. En un tercio de los enfermos se observan síntomas gastrointestinales, sobre todo diarrea. La dolencia suele durar entre cuatro y ocho semanas, según el grado de afectación inicial y el estado de salud previo del enfermo.
En conjunto con el tratamiento médico, existen remedios caseros y naturales que puede utilizar para la legionelosis y que a continuación se detallan:
Remedios populares
Remedio para legionelosis o legionella #1: Verter en una taza de agua que esté hirviendo un puñado de hojas de olivo y dejar que se refresque. Colar y beber 2 tazas al día. Estas hojas ayudan a combatir infecciones bacterianas y antivirales.
Remedio para legionelosis o legionella #2 Hervir 1 taza de agua y cuando esté a punto de ebullición, verter 1 cucharada de hierba gatera. Tapar y dejar refrescar. Filtrar y tomar 2 tazas al día. Este remedio ayuda a bajar la fiebre que puede presentarse en caso de legionelosis.
Remedio para legionelosis o legionella #3 Verter 1 cucharada de equinácea en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Tomar a diario por un mes. Luego descansar por un mes y retomar el remedio por otro mes y descontinuar.
Remedio para legionelosis o legionella #4 Consumir té de semillas de anís, ya que se ha relacionado con la reducción de los síntomas respiratorios de esta enfermedad.
Remedio para legionelosis o legionella #5 Hacer un jugo que contenga limón, jengibre y un poco de sal y pimienta el cual ayuda a aumentar el apetito de las personas con esta dolencia que muchas veces se ve menguada.
Recomendaciones
Evitar los lugares húmedos que contengan agua estancada, ya que este tipo de bacteria se propaga en lugares húmedos.
Conozca también
Remedios naturales para el enfisema
Remedios para el cáncer del pulmón
Remedios naturales para la bronquitis
Remedios antiguos y medievales
Deja un comentario