Muerte súbita del lactante ¿Cómo evitarla?
El SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante) se refiere al fallecimiento repentino de un niño menor de un año de edad que carece de explicación tras una investigación completa que incluye la práctica de autopsia, el estudio del entorno donde se ha producido y la revisión de los síntomas o afecciones padecidas por el niño antes de su fallecimiento.
También se conoce como «muerte en cuna» y es la causa principal de fallecimiento en lactantes de 1 a 12 meses de edad en países desarrollados.
Se trata de un síndrome cuya prevalencia tiene unas características muy significativas y concretas:
Se produce con más frecuencia por la noche (dos terceras partes ocurren en este período del día). Estas muertes nocturnas están muy asociadas con el tabaquismo materno y también, aunque con menos frecuencia, con el uso de drogas y el consumo excesivo de alcohol.
• Es algo más frecuente en los niños que en las niñas.
• El 80 por ciento de los casos ocurre desde que el niño cumple 1 mes hasta los 4 meses; es muy raro a partir de los 6 meses de edad y excepcional entre los 9 y 12 meses. En el primer mes de vida se produce alrededor de un 6 por ciento de los casos, generalmente a partir de la primera semana de vida.
• La mayoría de las muertes se producen en casa, pero hasta un 20 por ciento ocurre en las guarderías o en otros lugares. En estos casos, se producen entre las 8 y las 16 horas.
Posibles causas
Aunque en la actualidad no existe ninguna forma de predecir qué niños van a fallecer a causa de este síndrome, los numerosos estudios realizados al respecto han descubierto una serie de factores y mecanismos implicados en una mayor predisposición a que se produzca:
La postura en la que duerme el niño. Hoy día parece indiscutible la asociación estadísticamente significativa entre dormir en la postura de «decúbito prono» (boca abajo) y una mayor predisposición al SMSL. Numerosos estudios han demostrado que cuando los niños duermen boca arriba se reduce la tasa de mortalidad debida a este síndrome en un 50 por ciento en aquellos países en los que tradicionalmente se colocaba a los niños a dormir boca abajo.
Cuando el bebé duerme de lado, el riesgo de SMSL se reduce (está demostrado que es cinco veces menor que si el pequeño duerme boca abajo), aunque menos que cuando duermen boca arriba. La realización de campañas para poner a dormir a los niños boca arriba ha tenido un efecto espectacular sobre la mortalidad debida a este síndrome, con reducciones muy importantes que van desde un 30 hasta un 70 por ciento.
El tabaquismo materno. Un buen número de investigaciones han demostrado el efecto que el hecho de que la madre fume durante todo el embarazo y después del parto (sobre todo en el periodo de lactancia materna) tiene sobre el riesgo de SMSL, confirmando que esta circunstancia, efectivamente, multiplica entre dos y tres veces el riesgo de que el niño padezca este síndrome. Las probabilidades aumentan si el padre u otras personas del entorno del niño también fuman; en este caso, el riesgo guarda relación con el número de cigarrillos fumados, y se multiplica por cinco si la cifra es superior a los 20 cigarrillos diarios.
La temperatura ambiental. Se ha comprobado que el exceso de ropa así como el calentamiento de la habitación aumenta el riesgo de producirse SMSL. Los niños no deben pasar frío, pero tampoco deben ser abrigados en exceso ya que, cuando su cuerpo está sobrecargado, hay más posibilidades de que duerman de una manera tan sumamente profunda que les resulte más difícil despertarse. La temperatura de la habitación del niño debe ser confortable y no debemos arroparle en exceso.
Otros factores implicados
Todas las investigaciones realizadas sobre las causas de este síndrome apuntan a que puede haber otros factores relacionados con su aparición:
• Según los estudios más recientes, si el niño para dormir comparte la cama con algún adulto, sus patrones de sueño pueden resultar alterados, aumentando así el riesgo de SMSL. En caso de que comparta la cama con la madre y ésta sea fumadora, el riesgo aumenta de una forma significativa.
• Otras investigaciones han apuntado a que este síndrome es bastante menos frecuente en aquellos niños que reciben lactancia materna. Esto tal vez sea debido, según los diferentes estudios efectuados al respecto, a que la leche materna puede a su vez proteger frente a algunas infecciones que son capaces de desencadenar el SMSL.
• Es también importante que el niño duerma sobre un colchón firme u otra superficie plana, evitando las mantas, los edredones blandos y otras superficies blandas sobre el colchón. Asimismo, nunca hay que acostarlos sobre colchones de agua ni con juguetes blandos o peluches dentro de la cuna.
• Aunque se ha sugerido que la vacunación podría estar implicada con este síndrome, las investigaciones más recientes llevadas a cabo han demostrado que la inmunización no solamente no incrementa el riesgo, sino que, además, los niños que reciben las vacunaciones programadas tienen menos posibilidades de padecer el SMSL.
• Otros factores cuya implicación se ha apuntado son la edad materna (según las estadísticas es más frecuente conforme aumenta la edad de la madre y, también, cuando la misma es menor de 20 años); la falta de cuidados prenatales; las características del embarazo (la placenta previa o el desprendimiento de placenta podría incrementar el riesgo); y el bajo peso al nacer.
Qué pueden hacer los padres
Aunque la frecuencia de este síndrome es variable de unos países a otros, en todos se ha experimentado una importante y significativa reducción de la prevalencia tras la puesta en marcha de campañas informativas destinadas a concienciar a los padres sobre la importancia de acostar siempre a los niños boca arriba.
Debido a ello, la ESPID (Sociedad Europea para la Prevención de Muerte Infantil) recomienda que se hagan campañas de divulgación en cada país, aplicando los factores ambientales que han demostrado su eficacia en la prevención del SMSL:
• Acostar a los niños en decúbito supino (boca arriba) durante el primer semestre de vida (excepto por contraindicación médica).
• Evitar el tabaquismo materno tanto en la gestación como en la lactancia.
• Evitar el tabaquismo en el entorno del lactante.
• Evitar el estrés térmico ambiental (la temperatura ideal en la habitación del niño es de 18-20 °C), prestando especial atención al exceso de calefacción y de ropas y prendas de abrigo.
• No es aconsejable que el niño duerma en la misma cama de los padres.
• Realizar la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida.
Conozca también
Remedios para los cólicos en los niños
Remedios para la dermatitis del pañal
Remedios para la dentición en los niños
Remedios para los bebés nervioso
Remedios para la bronquiolitis
Remedios para la costra láctea
Remedios para el dolor de estómago en niños
Deja un comentario