Remedios para el paludismo o malaria
Más de 500 millones de personas en el mundo tienen anemia crónica debido al paludismo (o malaria). En algunas zonas de África, algunas personas presentan en su vida hasta 40 o más episodios aislados de paludismo.
La difusión de la infección es cada vez mayor, ya que los parásitos que producen la enfermedad desarrollan resistencias a los medicamentos que se emplean para tratarla.
El paludismo humano está causado por cuatro especies diferentes del parásito plasmodio: Plasmodium falciparum (el más mortífero), Plasmodium vivax, Plasmodium malariae y Plasmodium ovale. Los dos últimos son poco frecuentes. Muchos animales pueden contraer el paludismo, pero el paludismo humano no se extiende a los animales. A su vez, el paludismo animal tampoco afecta a los humanos.
Una persona adquiere la malaria cuando es picada por un mosquito hembra que busca alimentarse de sangre y está infectado con el parásito de la malaria.
Los parásitos entran en el torrente sanguíneo y viajan hasta el hígado, donde se multiplican. Cuando reaparecen en la sangre, se producen los síntomas, y para entonces los parásitos ya se han reproducido muy rápidamente, ocupando los vasos sanguíneos y destruyendo los glóbulos rojos.
El paludismo no se puede transmitir directamente de una persona a otra. Debe ser el mosquito el que pique a una persona infectada y luego transmita la infección a otra. También es posible que la malaria se propague a través de agujas contaminadas o de transfusiones sanguíneas. Este es el motivo por el que todos los donantes de sangre son interrogados sobre su posible exposición al paludismo.
El tiempo que pasa entre la picadura del mosquito y la aparición de los síntomas es variable, dependiendo del tipo de parásito. El período de incubación suele ser de 8 a 12 días para la malaria producida por Plasmodium falciparum, pero llega hasta un mes en los otros tipos. Los síntomas de algunas cepas de Plasmodium vivax pueden no aparecer hasta ocho a diez meses después de la picadura del mosquito.
El principal síntoma de todos los tipos de paludismo es la fiebre palúdica (fiebre y escalofríos), que corresponde al «nacimiento» de las nuevas generaciones del parásito.
En muchos casos, tiene tres etapas, empieza con un temblor incontrolable durante dos o tres horas, seguido de un aumento rápido de la temperatura (que puede llegar hasta 41,4 °C) y que dura entre cuatro y seis horas. Después, también de forma brusca, el paciente empieza a sudar profusamente, lo que hace que la fiebre baje muy rápido.
Otros síntomas característicos son fatiga, dolor de cabeza intenso, náuseas y vómitos. A medida que progresa la sudoración, el paciente se siente agotado y se queda dormido.
En muchos casos, el ciclo de escalofríos, fiebre y sudoración aparece cada día o cada tres días, y puede prolongarse entre una semana y un mes. Las personas con la forma crónica de paludismo pueden tener recaídas durante los cincuenta años posteriores a la infección inicial.
El paludismo por Plasmodium falciparum es el más grave, comparado con las otras clases de malaria, porque el parásito ataca a los glóbulos rojos, no sólo a las células jóvenes y viejas, sino también a los otros tipos.
Esta clase de malaria puede ser mortal al cabo de pocas horas de los primeros síntomas. La fiebre es prolongada. Se destruyen muchas células que pueden obstruir los vasos sanguíneos de órganos vitales, y el bazo aumenta de tamaño. Puede existir afectación cerebral, que da lugar a coma y convulsiones. A veces, hay insuficiencia hepática y renal.
El paludismo durante el embarazo puede provocar partos prematuros, abortos o mortinatos.
Determinados tipos de mosquitos (anofeles) pueden adquirir el parásito al picar a un ser humano infectado. Los brotes de malaria no protegen de nuevas crisis, por lo que es posible la reinfección por el parásito, así como desarrollar una infección crónica sin respuesta inmunitaria eficaz.
A continuación se presentan varios remedios caseros para combatir la malaria o e palidismo, pero es importante señalar que éstos sólo se deben utilizar como complemento a la terapia convencional y no pueden sustituirla.
Remedios populares
Remedio para la malaria o paludismo #1: Consumir agua tibia, ya que proporciona alivio de la malaria. Le ayudará a regular sus movimientos intestinales y diarrea que trae esta dolencia de salud. El agua tibia también neutraliza la inflamación interna. Puede acelerar el proceso de recuperación bebiendo 6-8 vasos de agua tibia a diario.
Remedio para la malaria o paludismo #1: Realizar una infusión con la planta china llamada qiinghaosu. La medicina tradicional china la ha utilizado para luchar, desde hace siglos, contra la malaria grave.
Remedio para la malaria o paludismo #2: Verter 2 cucharadas de ajenjo en una taza de agua y hervir por 5 minutos. Tapar y dejar reposar. Tomar 2 tazas al día hasta que la enfermedad ceda.
Remedio para la malaria o paludismo #3: Verter una 1 cucharada de sello de oro en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Colar y tomar 2 tazas al día hasta que la malaria ceda. Este remedio ayuda a proteger el hígado.
Remedio para la malaria o el paludismo #4: Verter una 1 cucharada de cardo mariano en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Colar y tomar 2 tazas al día hasta que la malaria ceda. Este remedio, al igual que el anterior, ayuda a proteger el hígado, pero es mas efectiva de forma preventiva.
Remedio para la malaria o paludismo #5: Verter 10 gramos de corteza de quina en 1 litro de agua. Dejar enfriar y colar. Tomar hasta 2 tazas.
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Recomendaciones
La prevención de las picaduras de mosquito en el trópico evita la malaria. Algunos investigadores están trabajando actualmente en una vacuna contra la malaria, pero el complejo ciclo vital del parásito lo hace difícil.
Un parásito tiene mucho más material genético que un virus o una bacteria, por lo que todavía no se ha desarrollado una vacuna eficaz.
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Usar repelentes de insectos sobre la piel expuesta al aire libre si se viaja a las zonas de alto riesgo . Estos insecticidas son tóxicos en grandes cantidades, por lo que sus concentraciones no pueden ser superiores al 35%.
Tampoco deben inhalarse y, al aplicarse mediante friegas sobre la zona, no deben entrar en contacto con los ojos o con zonas de piel erosionadas o irritadas. Se puede optar por repelentes caseros y naturales siempre que se apliquen de forma correcta.
Las personas que toman las siguientes medidas preventivas son menos susceptibles a la infección:
• Entre el anochecer y el alba permanecen en el interior de las casas en áreas bien protegidas.
• Duermen dentro de mosquiteras rociadas con los repelentes piretrina o permetrina.
• Llevan ropas que cubren todo el cuerpo.
Es importante observar que los viajeros que permanecen en habitaciones de hotel con aire acondicionado siguiendo itinerarios turísticos en áreas urbanas tienen menos posibilidad de infectarse que los que se aventuran fuera de estas zonas. También cabe la posibilidad de que adquieran la enfermedad por picaduras de mosquitos que viajan en los aviones.
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