Remedios para la demencia senil

La demencia es un trastorno psíquico, adquirido y persistente, caracterizado por el deterioro progresivo de todas las funciones mentales y, en especial, de las intelectuales.

Antiguamente se empleaba el término demencia como sinónimo de locura y se distinguían dos grandes grupos de demencias: las orgánicas y las vesánicas (sin causa orgánica aparente).

En la actualidad únicamente se denominan demencias los trastornos producidos por lesiones del tejido cerebral anatómicamente comprobables; las demencias antes llamadas vesánicas reciben hoy el nombre de psicosis.

Las causas de las lesiones cerebrales que ocasionan la demencia son muy variadas. Estas lesiones pueden ser debidas a enfermedades infecciosas, degenerativas, metabólicas, carenciales, por traumatismos y desmilienizantes.

Los síntomas más típicos de la demencia son los trastornos de la memoria (al principio sólo de la memoria inmediata), los trastornos del aprendizaje y del razonamiento, y los trastornos de la personalidad (el individuo descuida su apariencia, se empobrece su iniciativa y presenta inestabilidad emocional). 

Es importante observar que existen varios tipos de demencia siendo las más comunes la senil y la vascular.

En cuanto a la demencia senil esté suele comenzar hacia los 70 años y progresa de forma lenta y continuada.  Existe una pérdida de memoria global (afecta todas las áreas del conocimiento).

Con relación a la demencia váscular, ésta, por lo general, comenza hacia los 60 años y progresa «a saltos». La pérdida de memoria suele ser parcial, disminuyendo principalmente el recuerdo de nombres y las cifras. Los trastornos emocionales (propensión al llanto, depresión, etc.) son más evidentes que en la senil.

Es necesario señalar que no existe un tratamiento médico que detenga al 100% el progreso de este trastorno, pero, sí puede aliviarlo e, incluso, puede complementarse con remedios caseros y naturales con el fin de obtener resultados más positivos.

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Remedios populares

Remedio para la demencia senil #1: Consumir de 1 a 3 cucharaditas de germen de trigo mezclado con postres o comidas todos los días, ya que contiene octaconasol; una sustancia que ayuda a proteger  las neuronas para que no se degeneren.

Remedio para la demencia senil #2: Verter un pedazo de raíz de ginseng coreano, previamente lavado y picado, en una taza de agua y hervir por 5 minutos.  Dejar refrescar y colar.  Tomar 1 o 2 tazas al día.

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Remedio para la demencia senil #3 Hervir 1 taza de agua y cuando llegue al punto de ebullición, verter 1 cucharada de hojas de gotu kola o centella asiática.  Cubrir y dejar refrescar.  Colar y beber una taza al día.

Remedio para la demencia senil #4: Verter 1 cucharada de hojas de ginkgo biloba en una taza de agua y hervir por 5 minutos.  Dejar refrescar y tomar 1 taza al día.

Recomendaciones

Tener una alimentación rica en antioxidantes (zanahorias, arándanos, etc) vitamina C (fresas, kiwi, frutas cítricas, etc.) y magnesio, debido a que protegen las neuronas.  Conoce más alimentos para prevenir la demencia y enfermedades degenerativas.

Realizar gimnasia cerebral a diario.  Así como el cuerpo requiere ejercitar todos los días los músculos así necesita que el cerebro realice actividades que lo mantenga activo y ágil como puede ser la realización de crucigramas, la memorización de números telefónicos, leer el periódico, etc.

Evitar el uso de ollas hechas con aluminio y la utilización de polvo o cosméticos que contengan este material.

Usar la terapia de quelación Aunque sigue siendo muy cuestionada, existen algunos estudios que indican que la terapia de quelación puede ofrecer mejoría en algunas personas que sufren de demencia senil.  Sin embargo, requiere todavía más investigación al respecto.

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Preguntas más frecuentes y sus respuestas

¿Pueden ser la pérdida de memoria y de agilidad mental síntomas de una demencia?
Si bien un proceso de demencia podría iniciarse con estos síntomas, hay que tener en cuenta que, a cierta edad, este tipo de deficiencias son probablemente los rasgos del normal deterioro de las funciones intelectuales durante la vejez. De no existir otros elementos sospechosos, no hay que pensar en un proceso demencial. Otra cosa cabría pensar si estos signos de deterioro aparecen a una edad más temprana, en cuyo caso es conveniente recabar la opinión de un médico.

Generalmente, las personas que sufren demencia senil empeoran de forma sensible…
Si se las somete a un cambio drástico en su rutina habitual, ya que son incapaces de adaptarse a la nueva situación precisamente a causa de su enfermedad. Lo más aconsejable es que permanezcan en el domicilio y ambiente habituales, que se realicen los pertinentes controles médicos y, si es preciso, que se cuente con la ayuda de alguna persona especializada en el cuidado de estos pacientes.

¿Es conveniente administrar sedantes a los ancianos que sufren alguna forma de demencia cuando su control se hace difícil?
A veces es necesario, pero debe ser indicado por el médico y realizarse bajo estricto control facultativo. Ello se debe a que algunos tranquilizantes contribuyen a empeorar la desorientación y agitación del paciente al disminuir su nivel de conciencia, o bien ocasionan trastornos cardíacos o respiratorios.

¿Puede ser la arteriesclerosis sinónimo de padecer a largo plazo demencia?
En absoluto. La arteriosclerosis tiene en la actualidad un tratamiento bastante satisfactorio, sobre todo si se inicia precozmente y su evolución es controlada antes de que llegue a afectar al cerebro o a otros órganos. Es muy importante que el tratamiento y las medidas dietéticas que suelen acompañarlo se mantengan durante el tiempo necesario -a menudo indefinidamente- y también es necesario visitar periódicamente al médico para que éste controle su evolución.

¿Es signo de demencia el llanto incontrolado de algunas personas mayores?
No necesariamente, ya que tales rasgos forman parte de la personalidad del anciano, en la que son frecuentes reacciones con gran inestabilidad emotiva, a veces teñidas por un recelo muy llamativo. Todo ello, que en mayor o menor grado se aprecia frecuentemente en las personas que entran en la edad senil, puede acentuarse a causa de la personalidad previa de la persona en cuestión.

¿Es posible que aparezca demencia después de un grave accidente de tráfico o de otro tipo?
Efectivamente. Pero para que esto suceda es necesario que se produzca un grave traumatismo craneal que deje como secuela una alteración global del tejido nervioso de la corteza cerebral. El caso más frecuente es la demencia que aparece después de un estado de coma prolongado ocasionado por un traumatismo.

¿Tienen algo que ver los fuertes golpes que reciben los boxeadores con la demencia?
Así es. A causa de los golpes, se van produciendo pequeñas lesiones en las células nerviosas y, sobre todo, en las pequeñas arterias cerebrales que, a la larga, producen un estado de demencia más o menos intenso, entre cuyos síntomas destacan las alteraciones en el lenguaje. Estas alteraciones suelen ser más graves en aquellos boxeadores que son buenos «encajadores», es decir, que aguantan más golpes sin perder el conocimiento.

En las personas habituadas al alcohol…
La aparición de trastornos de la memoria es un claro síntoma inicial de la disminución de la capacidad intelectual. Si bien en estos casos la demencia no suele presentarse en una fase tan temprana, puede afirmarse que se ha iniciado un proceso de deterioro cerebral. De proseguir la ingestión de alcohol, este deterioro progresará y conducirá en un plazo más o menos largo a la demencia.

El insomnio que padecen algunos ancianos, ¿tiene alguna relación con la demencia?
Las personas de edad necesitan dormir menos horas que los jóvenes, a la vez que su sueño es más superficial. Todo esto es perfectamente normal y no tiene por qué estar relacionado con la demencia. Sin embargo, en las demencias existe un importante insomnio, acompañado por síntomas de desequilibrio mental tales como agitación y vagabundeo por la casa.

¿Es posible que una demencia sobrevenga a causa de una depresión?
La aparición de una depresión en personas ancianas es, con cierta frecuencia, el primer síntoma aparente de un proceso demencial. Generalmente, se acompaña de otros síntomas que, si bien son menos notorios, hacen sospechar el origen demencial del trastorno, como, por ejemplo, la disminución de la memoria y del rendimiento intelectual.

La pérdida de la memoria propia de las demencias afecta en primer lugar…
A los hechos recientes, precisamente debido a que la consolidación de los recuerdos no es posible por la merma de las facultades intelectuales. Los hechos más lejanos en el tiempo, como son los transcurridos durante la infancia, solamente ven alterado su recuerdo en las fases finales de la enfermedad, cuando el deterioro intelectual es ya muy avanzado.  Por ello, durante un período de tiempo bastante largo, sobre todo si la evolución de la enfermedad es lenta, se recuerdan con mucha más claridad los acontecimientos lejanos que los próximos.

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