Remedios para la toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa, generalmente de baja intensidad en personas con sistemas inmunológicos sanos, causada por un parásito microscópico llamado toxoplasma gondii.

No obstante, la aparición de esta infección en las mujeres que se encuentran en estado, es peligrosa; aunque sea leve, puede poner en riesgo la vida del bebé.

Los gatos pueden infectarse de toxoplasmosis al comer carnes crudas, beber agua o leche no pasteurizada, que esté contaminada.

Los parásitos forman los llamados “quistes de tejidos”, que se desarrollan en la tierra o en la caja de arena del gato, y seguir siendo infecciosos hasta por 18 meses.

Sin embargo, es importante observar que para contagiarse de toxoplasmosis, las heces tendrían que estar expuestas de 24 a 48 horas luego de haber sido excretadas, tener contacto con las manos o llevarse por descuido a la boca, la nariz o los ojos; un caso muy poco probable, en especial si se trata de un gato doméstico, al que se le limpia la caja de arena diariamente y tiene una alimentación controlada.

¿Cómo se contrae? La condición se transmite de animales a humanos, y la suelen extender roedores y pájaros, así como también las personas que trabajan con la tierra en cultivos o jardinería. La mayoría de los casos se produce por la ingesta de algún alimento contaminado, como carne cruda o poco cocinada, frutas, vegetales, e incluso agua.

La posibilidad de que el bebé contraiga la enfermedad aumenta a medida que avanza el embarazo; sin embargo, cabe destacar que el primer trimestre es el que representa mayor riesgo, pues cuando el feto se infecta durante ese período, las consecuencias pueden ser más graves.

Si la mujer contrajo la infección unos meses antes de quedar en estado, también existe un pequeño riesgo de que se infecte el bebé. Lo más recomendable en esos casos, es esperar alrededor de seis meses antes de buscar otro embarazo.

Generalmente, la toxoplasmosis no presenta síntoma alguno, por lo que sòlo se sabrá si se tiene la infección una vez que se realiza el examen pertinente.

Sin embargo, existen casos en los que sí se presentan condiciones como; fiebre, inflamación sin dolor de los ganglios linfáticos del cuello, fatiga, dolor de cabeza, dolores musculares leves y, en ocasiones, dolor de garganta y sarpullido.

Remedios populares

Remedio para la toxoplasmosis #1: Tragar un diente de ajo crudo picado todas las mañanas.

Remedio para la toxoplasmosis #2:  Consumir 1 cucharada de propóleos todos los días

Remedio para la toxoplasmosis #3:  Verter 1 cucharada de pau d’arco en 1 taza de agua y dejar hervir por 5 minutos.  Pasado ese tiempo, retirar del fuego y refrescar.  Tomar 1 vez al día.

Remedio para la toxoplasmosis #4: Realizar una infusión de equinácea y beber una vez al día por un mes.

Remedio para la toxoplasmosis #5: Consumir 1 cucharada de rábano picante picado al día, preferiblemente por la mañana, durante  tres semanas.

Remedio para la toxoplasmosis #6: Consumir 1 cucharada de aceite de coco o 1 vaso de agua de coco, debido a sus propiedades antiparasitarias naturales.

Remedio para la toxoplasmosis #7: Usar remedios homeopáticos como cina, teucrio, spigelia, sabadilla, , cuprum oxydatum nigrum, granatum, tanacetum, masfilix y natrum phosphoricum

Recomendaciones

Recomendaciones generales

Solicitar al ginecólogo, toda mujer embarazada que viva con un gato,  un análisis de sangre, para determinar si está inmunizada contra la toxoplasmosis o si, por el contrario, carece de anticuerpos frente a la enfermedad.

Utilizar guantes desechables y tapaboca cada vez que se limpie la caja de arena y luego, es imprescindible lavarse bien las manos.

Llevar al gato al veterinario y pedirle que le hagan una prueba, para determinar si está infectado por el parásito de la toxoplasmosis.

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Recomendaciones preventivas

Mantener el gato dentro de la casa la mayor parte del tiempo, para evitar que cace presas infectadas, y sólo darle de comer alimentos especiales para ellos o, en su defecto, alimentos que estén muy bien cocidos.

Es importante tomar las previsiones adecuadas en estos casos:
► Mantener la carne en el congelador antes de prepararla.
► Cocinarla bien. Una forma de saberlo es que, al cortarla, no se vea rosada.
► Evitar probar este alimento mientras se esté preparando, o antes de que esté bien cocido.
► Lavar bien cada fruta y vegetal, antes de consumirlo.

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