5 semillas para cuidar la salud

Las semillas son una fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes, reducen el colesterol y son una original forma de enriquecer cualquier plato y ganar salud

Por ello, las semillas deberían estar presentes en nuestra alimentación diaria, pero a excepción de las populares pipas, se trata todavía de un producto poco conocido pese a que…

Evitan el estreñimiento: La mayoría se toman con cáscara, por eso aportan gran cantidad de fibra.

Protegen tu corazón: Son fuente de grasas buenas, que combaten el colesterol.

Frenan el envejecimiento: Son ricas en vitamina E, que protege el organismo de los radicales libres.

Por todo ello, te animamos a que las incorpores sin dudarlo a tus menús.

Semillas saludables al alcance de tus manos

Semilla de sésamo Conocidas también como ajonjolí, por su sabor suave pueden añadirse a gran cantidad de recetas y son ideales para enriquecer ensaladas o platos de pasta o arroz. También se usan en repostería.

Aportan lecitina, que ayuda a reducir el colesterol y mejora la circulación.

Ricas en calcio. Es una de sus principales virtudes, por lo que se recomiendan para prevenir la osteoporosis. Consúmelas crudas y enteras. Si las tuestas pierden parte de este mineral.

Semillas de lino Queda muy bien en ensaladas y en platos de carne, aportando un sorprendente contraste de texturas. Se utiliza mucho en la elaboración de panes con cereales.

Contienen fibra soluble. Por ello son una eficaz arma contra el estreñimiento. Para aprovechar su acción laxante se pueden tomar las semillas enteras o bien como infusión. Prepárala añadiendo unos 30 gramos de semillas por cada litro de agua y hierve durante 5 minutos. Luego, deja reposar unos 10 minutos y filtra con ayuda de un colador. Toma de 2 a 3 tazas al día.

Semillas de amapola Existen dos clases: las de amapola blanca y las de amapola negra. Las más comunes son las oscuras, que se utilizan como cobertura de panes o en preparaciones dulces, y también en ensaladas y vinagretas.

Aportan ácido linoleico, que contribuye a prevenir la formación de tumores. Además, ejercen un suave efecto calmante en el sistema nervioso central.

Semillas de girasol Según un estudio realizado por el Instituto Politécnico y la Universidad Estatal de Virginia (EE. UU.), tan solo con 50 g se cubren las necesidades diarias de vitamina E. También son muy ricas en grasas insaturadas, potasio, magnesio y calcio. De ellas se extrae el aceite de girasol. Decántate por el no refinado, que conserva mejor las propiedades de la semilla.

Semillas de calabaza. Son una fuente de fibra, hidratos de carbono, grasas insaturadas, proteínas y minerales como el zinc y el hierro. Además, destaca su utilidad en afecciones de la próstata y de las vías urinarias (infecciones, irritaciones…). La cucurbitina que contienen ejerce una eficaz acción antiinflamatoria sobre el sistema urinario.

Elegir bien la cantidad es la clave

El aporte calórico de las semillas es bastante elevado (similar al de los frutos secos), pero como se consumen en pequeñas cantidades (un puñadito son 30 g y una cucharada 15 g) no tienes por qué preocuparte. Mejor escoge la versión sin sal y sin tostar.

Pipas de girasol 88 kcal
Pipas de calabaza 134 kcal
Sésamo 171 kcal
Amapola 159 kcal
Lino (Linaza) 135 kcal
Avena 108 kcal
Mijo 106 kcal

Contenido calórico por cada 30 g de producto.