Tiamina para el corazón, concentración y más
Un total de 11 vitaminas componen el llamado complejo vitamínico B, siendo la tiamina o vitamina B1 la primera identificada.
Y fue Takaki, almirante de las fuerzas navales japonesas, quien en 1880, preocupado por una epidemia de beriberi entre sus mal alimentados marineros, mandó mejorar sus raciones con carne, pescado y verduras, consiguiendo con ello atajar rápidamente el mal.
Unos años más tarde, en 1897, Eijkman un médico holandés que trabajaba en Java, demostró que para curar el beriberi bastaba con dar a los enfermos las cáscaras del arroz. En 1926, la vitamina Bt fue aislada por Jansen y Donath, y diez años más tarde se identificó de forma definitiva su estructura química.
Además de la enfermedad de la beriberi, la vitamina B1 o tiamina también puede ayudar el organismo de diferentes formas. A continuación algunos de ellos:
La tiamina y la enfermedad cardiaca
Según estudios, uno de cada cien bebedores sufren de un grado menor de deterioro cardiaco por una insuficiencia de B1. Aun así, usted no necesita beber en exceso para agotar la B1 de su cuerpo o para sufrir las consecuencias cardiacas.
Prevenir la enfermedad cardiaca es una tarea más difícil cuando no tiene la cantidad suficiente de la vitamina. Los medicamentos diuréticos, prescritos por lo común para tratar la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiaca congestiva y la retención de agua, agotan más la tiamina del cuerpo, junto con muchos otros nutrientes.
El reabastecimiento de las reservas corporales de tiamina es absolutamente esencial para revertir la pérdida de la función del músculo del corazón, así como para tratar la cardiomiopatía y la insuficiencia cardiaca congestiva.
Dosis regulares de B1 mejoraron en forma sorprendente la función del corazón en un pequeño experimento en 1995 que incluyó a 30 personas con insuficiencia cardiaca grave que habían estado tomando el diurético furosemida.
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La tiamina y las capacidades de concentración y aprendizaje
Una característica del beriberi, enfermedad causada por una falta o déficit de vitamina B1 o tiamina, es la disfunción cerebral, pero el deterioro mental se vuelve evidente mucho antes de que un nivel bajo de tiamina pueda clasificarse como una deficiencia oficial. Por el contrario, elevar la medida sanguínea de esta vitamina a un rango más saludable, puede ser una garantía contra el deterioro mental.
Los complementos de B1 pueden ayudar a los niños con deficiencias de la vitamina a ampliar su capacidad de concentración y aprendizaje hasta en 25%, de acuerdo con evaluaciones estándar realizadas en las escuelas.
En algunos casos han desaparecido por completo problemas conductuales graves. Los resultados de otra investigación señalan que las dosis altas, pueden permitir a los retrasados mentales concentrarse más y hacer un mejor uso de sus capacidades mentales.
Incluso estudiantes universitarios a los que se dieron 50 mg de tiamina diarios durante dos meses mostraron tiempos de reacción más rápidos y se encontró que eran más lúcidos, serenos y enérgicos.
La tiamina como aliada para combatir otras enfermedades
Las personas que padecen neuropatía diabética pueden beneficiarse de una cantidad adicional de tiamina. Debe tomarse bajo el control de un médico.
Se ha dicho que también puede ayudar a personas con enfermedad de Alzheimer, epilepsia, úlceras de decúbito, depresión, fatiga, fibromialgia y náuseas matutinas.
Fuentes naturales de tiamina
Aunque todos los alimentos vegetales y animales contienen tiamina, las cifras más elevadas se encuentran en las nueces, las semillas, el arroz integral, las algas y los cereales integrales.
Las semillas de girasol son una fuente especialmente importante. Los cereales pierden el contenido en vitaminas del grupo B durante su procesamiento, pero se les suele volver a añadir a los panes, cereales y alimentos cocidos. Legumbres, leche, hígado de vacuno y cerdo son otros alimentos con un gran contenido de vitamina B.
La tiamina se destruye por las temperaturas elevadas prolongadas, pero no por la congelación. Los alimentos deben cocinarse con pequeñas cantidades de agua de forma que la tiamina y otras vitaminas hidrosolubles no se pierdan. No hay que añadir bicarbonato sódico a las verduras, y deben ingerirse alimentos frescos para evitar los conservantes llamados sulfitos. Estos productos químicos degradan la tiamina contenida en los alimentos.
Beber una infusión o alcohol con una comida también disminuye de forma importante la cantidad de tiamina que se absorbe en el organismo.
Fuentes suplementarias de tiamina
La tiamina está disponible en forma oral, inyección intramuscular y formulaciones endovenosas. Los tipos inyectables deben reservarse para las personas claramente deficitarias. Los suplementos deben almacenarse en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa y del alcance de los niños.
Los adultos necesitan un mínimo de 1 mg de tiamina al día, aunque los requerimientos pueden aumentar en aproximadamente 0,5 mg por cada 1.000 calorías de ingesta dietética diaria sobre una base de 2.000 calorías.
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