Vino para la tos, gripe, resfriado y más (remedios caseros)

Vino para la tos La vid es una planta trepadora de la familia de las vitáceas que agrupa unas 600 especies.  De su fruta, uvas, se preparan los vinos.

Los latinos denominaban Vitis a la viña, es decir, vida, porque «el vino restaura los espíritus vitales disipados y conforta, repara, aumenta y fortifica el calor natural considerado como el principal instrumento de la vida». Ya los clásicos reflexionan sobre los usos y virtudes del vino.

Sobre los orígenes e invención del vino existen diversas opiniones. Según muchos expertos, existe desde el inicio del mundo. Pero en realidad, establecer el origen del vino es una tarea muy difícil. Está ligado al hombre desde muy antiguo. En las regiones cercanas al mar Caspio y al mar Negro aparecen vestigios de viñas de unos 12.000 años a.C.

El vino se ha empleado no sólo en el mundo de la gastronomía sino también como ingrediente en remedios caseros y naturales. 

Por lo general, las hierbas y plantas se dejan macerando en él por cierto tiempo hasta que adquieren sus propiedades.

A continuación los beneficios del vino para la tos y más.

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Beneficios del vino para la tos, gripe y resfriado

Varios estudios descubrieron que el vino ayuda al cuerpo a recuperarse de la tos, gripe y resfriado y también contribuye a la producción de anticuerpos contra al menos 200 tipos diferentes de virus de enfermedades.

Los investigadores siguieron durante un año a un grupo de 4.272 profesores de ambos sexos que impartían docencia en cinco universidades españolas. Llevaban un diario detallado de sus hábitos alimentarios, junto con un historial completo de síntomas de resfriado y gripe, como secreción nasal, estornudos, congestión nasal, dolor de cabeza, escalofríos, dolor de garganta, tos e indisposición.

Los resultados mostraron que en ese período se registraron más de 1.500 casos de influenza entre las personas en evaluación, sin embargo, quienes ingirieron un promedio de 14 vasos a la semana – o dos vasos de vino al día – tuvieron una incidencia de influenza 40% menor que los demás, y además, mostraron recuperaciones más rápidas.

Los médicos explican que el efecto puede ser provocado por flavonoides, presentes en altas cantidades en la bebida, principalmente en el vino tinto, que ayudan al organismo a producir anticuerpos naturales y además tienen acciones antioxidantes y antiinflamatorias, que ayudan al organismo a salir del estado.

El estudio dice que algunos de estos flavonoides atacan específicamente a los virus que afectan los conductos nasales.

Cómo preparar vino para la gripe:  Verter una cebolla grande, ya pelada y troceada en un recipiente de barro y luego agregar 2 vasos de buen vino blanco.  Dejar macerar durante 24 horas.

Pasado ese tiempo, colar, y adicionar 150 g de miel, que así se disolverá fácilmente. Una vez bien mezclado, conservar en un tarro de cristal.  Beber medio vasito, cuatro veces al día: en ayunas, a media mañana, a media tarde y antes de acostarse. Seguir el tratamiento durante aproximadamente una semana.  Este se considera un buen jarabe casero contra el resfriado.

Cómo preparar vino para la tos Durante 9 días, dejar macerar 70 g de raíz de helenio en 1 litro de Jerez. Beber tres vasitos al día después de las comidas.  Este remedio, igualmente, tonifica el cuerpo.

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Otros remedios caseros con vino

Remedios caseros con vino para la inapetencia:  Dejar macerar, durante una semana, 30-40 g de frutos o raíces de angélica trituradas en 1 litro de vino tinto y luego filtrar.  Tomar 2 copitas diarias.

Remedios caseros con vino para las várices Realizar una decocción de 200 g de hojas secas de agrimonia en un litro de vino tinto y después, una vez fresco, lavar la zona afectada.

Remedios caseros con vino para la diabetes:  Hervir un litro de buen vino tinto por 2 minutos 100 gramos de hojas de salvia. Dejar enfriar y colar. Beber un vasito después de cada comida.

Remedios caseros con vino para la ciática: Verter en un litro de vino blanco 50 g. de raíz de rábano fresco, lavada pero sin pelar y cortadas finamente.  Tapar, dejar reposar por 3 semanas, colar y tomar un vaso 2 veces al día, antes de las comidas.

Remedios caseros con vino para la amigdalitis: Hervir en una taza de vino blanco 3 cucharadas de romero y agregar 1 cucharada de miel de abejas.  Efectuar gárgaras tres veces al día.

Remedios caseros con vino para la colitis   Macerar 10 g de corteza de raíz de granado  y 10 g de corteza machacada de raíz de simaruba en 750 g de vino tinto tipo Málaga durante dos o tres semanas y, pasado ese tiempo, filtrar. Tomar 1/2 taza una vez al día.

Lea también: El resveratrol de la piel de la uva: ¿Cómo nos beneficia?

Remedios caseros con vino para el reumatismo:  Macerar 3 raíces secas de celidonia en un litro de vino blanco durante 12 horas.  Pasado ese tiempo,  aplicar mediante masajes y fricciones sobre la zona con dolor.

Remedios tonificantes con vino para el estómago  Macerar 150 g de frutos de hinojo en 1 litro de vino blanco durante una o dos semanas.  Tomar 1/2 tacita 30 minutos antes de las comidas.

Remedios caseros con vino para los dolores musculares Macerar 20 g de hojas secas de romero en 1 litro de vino blanco y dejar reposar una semana en un lugar fresco, agitando de vez en cuando.   Colar y beber uno o dos vasitos al día. También pueden dejarse macerar, durante 2 días, 30 g de ramitas floridas de romero en un litro de vino tinto para aplicar externamente en las zonas donde se presentan dolores musculares, contusiones o cuando se siente cansancio.

Remedios caseros con vino para la retención de líquidos #1: Macerar 100 g de salvia en 1 litro de vino blanco o Jerez por  9 días, filtrar y exprimir el residuo.  Dejar reposar un día y decantar sobre un filtro de papel.  Beber un vaso (100 g) para facilitar la expulsión de líquidos (orina) y también para reducir los niveles de azúcar en sangre.

Remedios caseros con vino y ajo para adelgazar:  Pelar y cortar 12 dientes de ajo  y colocarlo en un frasco de vidrio con tapa de cierre hermético. Luego adicionar 1/2 litro de vino y dejar macerar por 2 semanas.  Pasado ese tiempo, tomar 3 cucharadas al día en ayunas hasta lograr el peso deseado.

Remedios caseros con vino para la retención de líquidos #2 Macerar 250 g de corteza de saúco  en 1 litro de vino blanco durante 15 días.  Beber un par de copas al día con fines diuréticos.

Remedios sedativos con vino Lavar 150 g de raíz fresca de valeriana, machacar y verter en 1 litro de vino de Jerez.  Remover todos los días y, transcurridas un par de semanas, filtrar.  Beber dos o tres copitas al día.

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