Vitaminas y minerales para la hepatitis
La hepatitis viral aguda presenta tres tipos principales. El tipo A (hepatitis infecciosa) es una inflamación del hígado causada por un virus en la materia fecal que puede ser transmitido por contacto directo de persona a persona, por personas infectadas que tocan los alimentos, o a través del agua contaminada con desechos humanos.
El virus de la hepatitis B vive en la sangre y en otros fluidos corporales. Antes se le llamaba hepatitis sérica debido a que era transmitida a través de transfusiones de sangre antes de que se desarrollaran las pruebas de detección del virus; ahora se transmite sobre todo a través del contacto sexual (sobre todo entre los homosexuales), cuando se comparte n agujas intravenosas o navajas, o por medio de equipos contaminados que se usan para hacer tatuajes o para hacer perforaciones en las orejas u otras partes del cuerpo.
El tipo C es un virus que surge en la sangre y que puede ser transmitido tanto por transfusiones como por los mismos medios del tipo B, aunque hay dudas respecto a su transmisión a través del contacto sexual. Ya sea el virus B o el C pueden ser transmitidos de una madre infectada a su bebé durante el parto.
Los síntomas característicos de la hepatitis son un malestar parecido a la gripe, dolor al tacto en la parte superior derecha del abdomen e ictericia (color amarillento en la piel y en el blanco del ojo).
El tipo A es sumamente contagioso durante el período de dos a seis semanas antes de que se desarrollen los síntomas, y durante ocho días después de que aparezca la ictericia. Las inyecciones de gammaglobulina o globulinas gamma (sustancias resistentes a las infecciones que se extraen de la sangre humana), que fortalecen la inmunidad durante cerca de un mes, son aconsejables antes de viajar a áreas donde no hay buena higiene, e inmediatamente después de cualquier posible exposición a esos virus.
Las hepatitis B y C, que son potencialmente más graves que el tipo A, tienen un período de incubación de unas cuantas semanas a unos cuantos meses. La inmunización con la vacuna de la hepatitis B es recomendable para las personas que trabajan en el campo del cuidado de la salud y otros individuos con riesgo. Para aquellos que no han sido vacunados, una inyección de hiperinmunoglobulina (hyperimmune globulin) brinda protección si se suministra antes de que pase una semana de la posible exposición al virus.
La hepatitis crónica o tóxica puede deberse a una recuperación incompleta de la hepatitis viral o puede ser causada por el daño provocado al hígado por el abuso del alcohol, por la exposición a sustancias químicas prolongadas como las que se usan en el lavado en seco, por una reacción a medicamentos, o por un trastorno autoinmune.
Una alimentación rica en nutrientes ayudan a superar rápidamente esta enfermedad. Veamos, a continuación, cuáles vitaminas y minerales son los más recomendados para este proceso.
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Vitaminas para la hepatitis
Vitamina A Preferiblemente en forma de emulsión, de 10.000 a 25.000 unidades internacionales IU. Las personas con problemas del hígado tienen dificultad en convertir el betacaroteno de los alimentos o los suplementos en vitamina A.
Complejo B Una o dos tabletas con todas las vitaminas B para ayudar al funcionamiento del hígado. Puede resultar beneficioso tomar suplementos adicionales de vitamina B-6 y ácido fólico. Los estudios muestran que tomar de uno a tres gramos de colina acelera la recuperación de todo tipo de hepatitis; aparentemente logra esto reparando las membranas de las células del hígado. La lecitina, que contiene colina, ayuda a mejorar el funcionamiento del hígado. La dosis recomendada es de una o dos cucharadas de gránulos o su equivalente en cápsulas.
Vitamina C con bioflavonoides De 3.000 a 5.000 miligramos en dosis divididas para apoyar los esfuerzos de desintoxicación del hígado y actuar como agente antiviral.
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Minerales para la hepatitis
Zinc Se recomiendan incluir 15 miligramos de zinc diarios para la función metabólica del hígado.
Otros minerales para superar la hepatitis son el molibdeno, germanio y el azufre.
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Otros suplementos naturales para la hepatitis
L-cisteína y L-metionina 500 miligramos dos veces al día. Estos aminoácidos que contienen azufre ayudan al hígado a desintoxicarse de las hepatotoxinas.
Sales de tejidos Tres tabletas de Nat. Sulph. 6X disueltas debajo de la lengua dos veces al día para ayudar al funcionamiento del hígado y a la expulsión de las toxinas.
Ácidos grasos no saturados Aceite de prímula (primrose), según se indique en la etiqueta, para combatir la inflamación del hígado.
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