Remedios para el congelamiento
Cuando el cuerpo se expone al frío intenso durante períodos largos, el corazón intenta proteger los órganos vitales aumentando la circulación de la sangre en ellos.
Por ende, el almacenamiento de calor con el fin de conservar su funcionamiento.
En esa misma medida disminuye la circulación hacia las extremidades en especiallas manos, los pies, los dedos, la punta de la nariz, mejillas y las orejas lo que puede provocar su congelamiento
Al principio, las áreas afectadas se enrojecen, hormiguear, cosquillean o duelen, y se sienten frías
Luego, a medida que la piel se congela existe picazón e hinchazón. Después, el área se endurece, se entumece y se torna de color blanco grisáceo (con apariencia de cera) debido a que la sangre se ha cristalizado.
Es importante tomar acciones de inmediato, especialmente en los casos de congelamiento grave o hipotermia, ya que el tejido está muriendo y puede existir una gangrena.
Como medida de primeros auxilios, no se debe aplicar fricción alguna en las áreas congeladas ni exponer éstas al fuego ni a un calentador de radiador. En su lugar, se debe envolver a la víctima en frazadas o abrigos, proporcionar sopas o bebidas tibias (no alcohólicas, ya que éstas pueden brindan una falsa sensación de calor, pero restringe la circulación de la sangre) y debe llevar al afectado al centro médico más cercano.
Después de recibir tratamiento profesional, los remedios caseros y naturales pueden acelerar la recuperación y aliviar el malestar de la congelación. A continuación, algunos de ellos:
Remedios populares
Remedio para el congelamiento #1: Disolver 1 cucharada de alumbre en una palangana de agua tibia. Aplicar en las áreas congeladas mediante toallas mojadas en la mezcla y exprimidas. Igualmente, sumergir allí las manos o los pies durante 15 minutos y luego cubrir con guantes y calcetines durante el resto de la noche.
Remedio para el congelamiento #2: Verter en medio litro de agua 3 cucharadas de vinagre tibio y 1 cucharada de sal. Mojar una esponja y pasar en las áreas afectadas
Remedio para el congelamiento #3: Untar una capa de aceite de germen de trigo, mediante una brocha suave, para aliviar el dolor y acelerar la curación de las ampollas causadas por congelamiento.
Remedio para el congelamiento #4: Cubrir el área con tajadas de rábanos crudos.
Remedio para el congelamiento #5: Hacer un puré de nabos y aplicar sobre la zona afectada a temperatura ambiente para ayudar a aliviar el dolor.
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Remedio para el congelamiento #6: Mezclar 2 cucharadas de pimienta negra integral, 1 cucharada de rábano picante rallado y 1 de raíz de jengibre, en 1 1/2 taza de vino blanco. Colar, guardar y remojar, durante una semana, las partes afectadas.
Remedio para el congelamiento #7: Hervir 3 papas de tamaño mediano en medio litro de agua. Usar el agua para pasarla con una esponja o para lavarse las manos o los pies.
Remedio para el congelamiento #8: Mezclar en una taza de agua que esté hirviendo unos granos de mostaza, de pimienta negra y dos cucharadas de polvo de raíces de jenjibre. Tapar, dejar refrescar por unos minutos y colar. Tomar endulzado con miel con el fin de entrar en calor de inmediato.
Remedio para el congelamiento #9: Moler 2 dientes de ajo y mezclarlos con una pizca de pimienta de Cayena antes de envolver el material en una capa de estopilla para aplicarlo en la zona afectada y retira cuando se haya calientado. Este remedio también se puede aplicar en las personas mayores que sufren de enfriamiento o escalofríos en el invierno.
Remedio para el congelamiento #10: Aplicar directamente una capa ligera de aceite de almendra en las manos para que la piel de las ampollas causadas por el congelamiento sanen de forma más rápida.
Remedio preventivo del congelamiento de los dedos: Colocar un poco de pimienta de Cayena en los calcetines de lana y también en los dedos de los guantes si se tiene que salir a la intemperie en invierno.
Recomendaciones
Recomendaciones en caso de congelamiento
Beber muchos líquidos. Tomar líquidos tibios hará que la persona entre en calor y, a la vez, evita que se deshidrate lo que podría empeorar su congelamiento.
No mojarse debido a que el contacto con el agua acelera considerablemente la pérdida de calor.
No caminar con los dedos congelados. Se recomienda que cualquier área congelada, se inmovilice para que se cure adecuadamente. Sin embargo, si se cree que caminar puede ser el único camino a supervivencia, no se debe quitar el zapato o la bota del pie congelado, ya que éste podría ampollarse e inflamarse y no podría calzarlo de nuevo.
Conservar separados los dedos del pie o de la mano con una gasa estéril para inmovilizar los tejidos delicados, que podrían juntarse a medida que se ampollan y sanan.
Recomendaciones preventivas
Con un poco de planificación y preparación, se puede proteger la piel y evitar el congelamiento. A continuación, algunas de estas recomendaciones:
Usar telas especiales para clima frío o húmedo. Las lanas pesadas de tejido poco apretado y los acrílicos son consideradas buenas alternativas. Aunque también la ropa confeccionada con Thinsulate, Hollofil, Gore-Tex, y otros materiales de “alta tecnología” puede ayudar a mantener la persona caliente y seca.
Conservar cubierta la cabeza. Se puede perder calor del cuello para arriba debido a la cantidad de sangre desproporcionadamente grande que circula allí. Por ello, se recomienda usar una gorra, bufanda y orejeras de lana para mantener caliente todo el cuerpo. Incluso se debe dormir con gorros.
Usar botas apropiadas Se aconseja usar botas con forros internos separables de felpa o de Gore-Tex. Además, no deben ser ceñidas, ya que pueden reducir la circulación a las extremidades. Es necesario que tengan el espacio justo para que se mueva los dedos de los pies, aun cuando se tenga puesto un par adicional de medias o calcetines.
Usar calcetines absorbentes de humedad y ropa interior cubierta por una capa exterior a prueba de agua lo cual disminuye los peligros de la pérdida de calor debido a la humedad de la ropa y la sensación térmica de frío.
Proteger con máscaras o pasamontañas el rostro y usar gafas (las córneas de los ojos pueden congelarse) especialmente al esquiar.
Verificar el uso de medicamentos. Existen medicamentos como los tranquilizantes y los antihistamínicos que pueden reducir el sentido de alerta en cuanto al frío. Por ello, es necesario leer las etiquetas o preguntar a un farmacéutico para averiguar si alguna de las medicinas que se está tomando puede tener este efecto.
Evitar el contacto con metales. Cuando el frío es intenso, el colocar las manos desnudas en una herramienta metálica puede producir congelación en forma instantánea y hace que la piel se pegue al metal. Si esto sucede, se debe poner la mano en agua tibia (entre104 a 110 grados Fahrenheit o entre 40 y42°C) sobre el área dañada para soltarla.
Permanecer en el vehículo. Si se queda varado en un vehículo en una noche extremadamente fría, se recomienda permanecer en él y no aventurarse al exterior, ya que se podría exponer a la hipotermia o a un descenso anormal en la temperatura corporal. Además, los equipos de rescate pueden detectar más fácilmente un vehículo que una persona en peligro.
Mantener siempre artículos para emergencias en el automóvil. Además de un botiquín de primeros auxilios de herramientas para reparar, por ejemplo, problemas menores de llantas bajas, se debe poner en una caja una o dos frazadas, un par de guantes adicional, una gorra, botas, orejeras, velas y fósforos, y un suéter para cada persona que vaya en el vehículo. Las almohadillas para calentarse que usan los cazadores también pueden ser útiles.
No beber alcohol, ya que causa más pérdida de calor. Además, reduce el sentido para percibir el frío y es diurético lo que puede contribuir a la deshidratación.
No fumar No se recomienda fumar mientras se está expuesto al frío, ya que el tabaco reduce la circulación hacia las extremidades al estrechar los vasos sanguíneos. Por esa razón, los fumadores corren mayores riesgos de congelamiento.
Usar un “sistema de los amigos” mediante el cual cada uno vigile el rostro de otro, especialmente las orejas, la nariz y las mejillas, para determinar si hay un cambio notable de color que indique una posible congelación.
Dar una rotación a las manos. Sí los dedos de la mano empiezan a hormiguear, es necesario dar una rotación a las manos a la altura de la muñeca
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