Granada para el corazón y las arterias

Los infartos y los derrames cerebrales acaban con la vida de muchas personas alrededor del mundo cada día.

Estas enfermedades se producen debido a la obstrucción de las arterias relacionadas con el corazón y el cerebro causada por la formación de placa, un cóctel letal de colesterol y células deterioradas, potenciado por la inflamación y la oxidación.

La aterosclerosis es el término médico empleado para este desastre circulatorio. La buena noticia es que la granada puede ayudar a prevenirlo. Veamos, a continuación, cómo lo realiza.

La granada: Una fruta beneficiosa para el corazón

Revierte la placa arterial. Unos investigadores israelíes realizaron un estudio con 20 personas que padecían arterosclerosis en la carótida, una arteria situada en el cuello que suministra sangre al cerebro (su obstrucción provoca un derrame cerebral).

La mitad de los participantes bebió zumo de granada y la otra mitad no lo bebió. Al cabo de un año, el grupo tratado con granada presentaba una reducción de la placa arterial de un 30 por ciento, mientras que el otro grupo mostraba un incremento del 9 por ciento. Los resultados se publicaron en la revista Clinical Nutrition.

Además, unos científicos de la Universidad de Chicago llevaron a cabo un estudio con 189 personas de edades comprendidas entre los 45 y los 74 años que presentaban uno o más factores de riesgo de enfermedad cardiaca, tales como colesterol y presión arterial altos. Los participantes fueron divididos en dos grupos: un grupo bebió unos 235 mi (8 oz) de zumo de granada al día y el otro grupo no lo bebió.

Al cabo de un año, los participantes del estudio que tenían un mayor riesgo de enfermedad cardiaca —los niveles más elevados de colesterol total, colesterol LDL, triglicéridos y otros factores de riesgo— presentaban un crecimiento mucho más lento de la placa arterial si se hallaban en el grupo tratado con zumo de granada. El hallazgo fue publicado en la revista American Journal of Cardiology.

Reanima los corazones dañados. Unos médicos de la Universidad de San Francisco (UCSF) efectuaron un estudio con 45 personas —con una media de edad de 69 años— aquejadas de problemas cardiacos.

Casi la mitad había sufrido un infarto, la mayoría tenía la presión arterial alta y casi todas presentaban altos niveles de colesterol. Todas ellas estaban recibiendo un tratamiento farmacológico que incluía estatinas —reductoras del colesterol—, anticoagulantes y medicamentos antihipertensivos.

Los investigadores las dividieron en dos grupos. Durante los siguientes tres meses, un grupo bebió unos 235 mi (8 oz) de zumo de granada al día y el otro grupo, un zumo placebo.

Al principio y final de los tres meses, los médicos les realizaron un test de perfusión miocárdica, un tipo de «prueba de esfuerzo cardiaco» que emplea la tomografía axial computarizada (TAC) para evaluar el suministro de sangre (detección de isquemia) que llega al corazón durante el ejercicio.

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Al cabo de tres meses, el grupo que tomó zumo de granada presentaba un incremento de la irrigación sanguínea del corazón de un 17 por ciento, mientras que el grupo placebo mostraba una reducción de un 18 por ciento.

Estos resultados son de considerable importancia, ya que se ha demostrado que el mejor indicador de riesgo de infarto en los pacientes aquejados de enfermedades cardiacas es la cantidad de sangre que llega al corazón, un dato que mide el test de perfusión miocárdica.

Previene la angina de pecho. Estos investigadores también observaron que los episodios de angina de pecho (intenso dolor torácico) disminuyeron en un 50 por ciento en el grupo tratado con granada y se incrementaron en un 38 por ciento en el grupo placebo. Estos hallazgos fueron publicados en la revista American Journal of Cardiology.

Reduce la presión arterial alta. Un equipo de investigadores israelíes pidió a un grupo de personas que padecían presión arterial alta que bebieran una pequeña cantidad de zumo de granada cada día.

Al cabo de dos semanas, se observó una disminución de la presión arterial sistólica (lectura superior) de un 5 por ciento, así como una reducción de la actividad de la enzima convertidora de angiotensina o ECA —a la que apuntan los inhibidores de la ECA en el tratamiento de la hipertensión— de un 31 por ciento. «El zumo de granada puede ofrecer […] protección» frente a las enfermedades cardiovasculares, concluyeron los científicos en la revista Atherosclerosis.

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