Gargaras de nabo para la garganta y cataplasma de nabo

Gargaras de nabo El nabo, perteneciente a la familia de las cruciferas, es originario de la zona asiático siendo India y China los países donde su cultivo está más extendido, pero se adapta a cualquier zona septentrional.

En el nabo que se cultiva para alimentación humana la raíz es grande, redondeada, blanca y carnosa. Los brotes crecen del centro, abriéndose en largas hojas verde claro.

Las variedades de tubérculo más fino y alargado se utilizan como forraje para cerdos y carneros, la blanca y globosa para la alimentación humana y el nabo colza para la extracción de semillas.

En la noche de halloween, los druidas llevaban consigo un nabo hueco por dentro y con una cara grabada en la parte frontal, que representaba a un espíritu negativo. Cuando esta práctica llegó a América, los nabos no eran tan abundantes, de modo que fueron sustituidos por calabazas.

En la actualidad, se dice que del nabo no hay desperdicio pues aunque entre nosotros no sea muy común la ingestión de las hojas, hay recetas para su preparación en deliciosas cremas y sopas. La raíz cocida, estofada o en «panaché» con otros frutos de huerta es muy sabrosa y nutritiva.

De la semilla del nabo se extrae un aceite empleado básicamente como lubricante.

Propiedades nutritivas y curativas

El nabo, rico en vitaminas (A, B y C), sales minerales, calcio y azúcares, es muy conocido en todas las partes del mundo como alimento, pero son poco conocidas sus propiedades medicinales, a pesar de que tiene muchas aplicaciones en la medicina doméstica.

Es empleado en casos de enfermedades en la garganta y en los pulmones como bronquitis, tos, etc. y para el estreñimiento, reumatismo, forúnculos y en la cicatrización de heridas.

Es muy indicada la sopa de la raíz para curar las inflamaciones crónicas de los intestinos. Para este fin se prepara una sopa igual que una sopa común y se la toma una o dos veces por día.

Gargaras de nabo para la garganta y el jarabe de nabo ¿Cómo prepararlos?

El nabo, como se mencionó anteriormente, tiene propiedades expectorantes y depurativas que ayudan a combatir las enfermedades de la garganta y de los pulmones especialmente ronquera, resfriados, gripe y amigdalitis entre otros.

Existen varias formas de usar el nabo para este fin y que incluye las gargaras de nabo y el jarabe de nabo.

Gargaras de nabo para la amigdalitis: Rayar un nabo, colocarlo en una tela y escurrir, agregar el jugo de medio limón y hacer gárgaras sólo 2 veces al día (una en la mañana y otra por noche) durante 5 días.

Jarabe de nabo para la garganta irritada y descongestionante de las vías respiratorias: Escoger un nabo grande al que se le abre un hueco en su interior rellenándolo con miel y colocar sobre un vaso que permita la entrada de sólo un tercio del tubérculo, si el nabo escogido es pequeño se pincharán cuatro palillos de mesa en su extremo para poder apoyarlo sobre el vaso. La miel, mezclada con la materia líquida del fruto, irá goteando y depositándose en el interior.

Es un proceso lento por lo que aconsejamos que se prepare al primer síntoma. También se pueden macerar los frutos rallados en leche. Para un vaso grande se utiliza un nabo medio. Se dejará en maceración de seis a ocho horas y se tomará el líquido endulzado con miel o azúcar sin refinar. Este remedio también resulta de utilidad en el caso de adenoides grandes e inflamadas.

Cataplasma de nabo

El nabo en forma de cataplasma que se prepara pelado y cocido es un excelente remedio para curar los sabañones y sobre todo para quitar la picazón que los mismos producen. Estas cataplasmas son buenas en todos los casos de inflamación.

Cataplasma de nabo para aliviar los dolores reumáticos o curar forúnculos y abscesos: Cocer 3 nabos cortados hasta que estén blandos, retirar del agua y hacer un puré, sobre un paño poroso de algodón se coloca una buena cantidad y aplicar sobre la zona que se quiere tratar. El resultado es mejor si la pasta está moderadamente caliente.

Nabo para bajar de peso

El nabo es una verdura rica en propiedades diuréticas, que combate directamente la retención de líquidos en el organismo. A menudo, ese “vientre” no deseado e hinchado existe debido a este exceso.

El jugo sigue siendo una bebida muy baja en calorías y tiene altos niveles de fibra soluble. El consumo de la receta es una forma de prevenir la liberación de grelina, más conocida como “la hormona del hambre”.

O sea; consumir el jugo de nabo también disminuirá el deseo de comer bocadillos fuera del tiempo indicado, contribuyendo así al control de peso.

Si el objetivo es adelgazar, intente combinar el consumo de jugo de nabo con el ejercicio físico diario. Además, también una dieta equilibrada acompañada de un profesional en la materia.

Nabo para adelgazar: Lavar y picar un puñado de perejil, 3 ramas de apio y 2 nabos. Hervir todos los ingredientes por 15 minutos en medio litro de agua. Beber a lo largo del día.

Otros remedios caseros con nabo

Remedio con nabo para la anemia: Elaborar un jugo que contenga nabo, zanahoria, rábanos, y berro los cuales se licúan Se aconseja beber este jugo una o dos veces al día.

Remedio con nabo para cálculos biliares o piedra en la vesícula: Lavar y cortar un nabo crudo en pedazo y poner en una licuadora junto con un poco de agua. Licuar por unos instantes. Este jugo previene la formación de cálculos biliares y ayuda incluso a disminuir el colesterol malo.

Remedio con nabo para la artritis: Tomar un jugo de vegetales que contenga navo, espinaca, apio y remolacha una vez al día.