Cómo afecta la mala postura a la salud

La postura es parte fundamental del lenguaje corporal.  Cuando una persona adopta una buena postura usualmente se ve más atractiva, esbelta y hasta joven.

Sin embargo, cuando una persona toma una postura incorrecta (hombroscaídos, la espalda inclinada hacia delante, la cabeza casi hundida en el pecho,etc.) no sólo causa una mala impresión sino hasta puede afectar su salud, ya que produce fatiga, dolores de cabeza crónicos y hasta desfigura el cuerpo.

En este sentido nos preguntamos, ¿Cómo sabemos si tenemos una mala postura? ¿Qué posturas son las adecuadas y cuáles no? ¿Qué recomendaciones y consejos existen para mejorar nuestra postura?

El primer paso para saber si tenemos una postura correcta consiste en verificar ésta.  Para ello, debemos:

Ponernos de pie con la espalda contra la pared.   Si la cabeza y los glúteos tocan firmemente la pared, los hombros sólo ligeramente y, luego, puede pasar las manos cómodamente por el espacio entre su espalda y la pared, entonces se tiene una correcta postura. Si no ocurre así, es señal que se está inclinando hacia atrás.

Caminar sosteniendo un libro sobre la cabeza. Si logra hacerlo sin que el libro resbale o caiga, se tiene una postura perfecta.

Con respecto a cuáles son las posturas correctas, a continuación presentamos el siguiente cuadro:

Consecuencias de la mala postura en la salud del organismo

Cabeza y cuello:

Hombros y zona superior de la espalda:

Espalda y vientre:

Nalgas:

Extremidades inferiores:

Recomendaciones

Algunas recomendaciones con el fin de lograr una buena postura son las siguientes:

Realizar ejercicio físico especialmente natación y gimnasia, ya que resultan beneficio al fortalecer los músculos de la espalda y los hombros facilitando la adopción de una postura correcta.

Caminar con una buena postura Para ello, se debe balancear los brazos al andar, pero sin exagerar. Mantén los codos un poco fiexionados cerca del cuerpo, con las manos y las muñecas en linea recta con los antebrazos. Mueve los brazos como un péndulo, pero sin cruzarlos por delante del cuerpo ni subirlos más arriba del pecho.

Evitar permanecer mucho tiempo sentado, ya que los músculos sufren y se debilitan hasta el extremo de que no pueden ayudarla a mantener una buena postura  Si esta situación se debe a algún tipo de trabajo, debe hacer altos cada cierto tiempo. Por ejemplo, para estirar los músculos y aliviar las tensiones, camine en torno a su mesa o aproveche los momentos de descanso para ir a beber agua.

Si está en su casa, aproveche los programas favoritos de televisión para ejercitarse en una bicicleta estacionaria. Además, trate de caminar y estirar los músculos con bastante frecuencia, ya que los músculos y ligamentos que no se ejercitan suficientemente se contraen y terminan dañando su postura. Las áreas más importantes para los estiramientos son: el frente de su cuerpo (tórax y abdomen).

Adoptar una buena postura al dormir La mejor postura para dormir es de lado con las rodillas flexionadas, o boca arriba con una almohada debajo de las rodillas. Si no puedes evitar dormir boca abajo, no uses almohada; la tensión sobre la columna se puede compensar en parte colocando un cojín debajo del abdomen.

Tener con una buena almohada… La ideal es aquella que permite mantener el cuello en su posición natural, como cuando estás de pie. Las almohadas cervicales de materiales que se adaptan a la forma y el peso de la cabeza ayudan a mantenerla columna recta si duermes boca arriba

Verificar si la mala postura se debe a los muebles y equipos de trabajo.  En ese sentido, le podemos aconsejar lo siguiente:

• Las pantallas de las computadoras deben estar al nivel de sus ojos. Si el monitor tiene más de 15 pulgadas, la distancia entre la pantalla y los ojos debe superarlos 55 cm.
• Las mesas no deben ser tan bajas que usted tenga práctica mente que inclinarse para poder trabajar. Al teclear, apoya los antebrazos formando un ángulo de unos 90° sobre la mesa.
• Mantén el ratón próximo para evitar estirar el brazo. Así reduces la tensión que sufren los hombros y el cuello.
• Debe haber suficiente espacio para que las piernas entren sin doblarse por debajo de la mesa.
• Póngale atención a su silla. No debe ser ni muy alta ni muy baja.  Si de todos modos siente molestias, dolor o cansancio, procure adquirir almohadas especiales de espuma de goma que sirven de soporte a la espalda.
• Contemplar la figura frente al espejo y corregir de esa forma las posturas inadecuadas.

Es importante que todos los días tenga en mente su postura y no caiga en el abandono o en la negligencia, sólo usted es dueña de su esbeltez y de un paso elástico que muestra una actitud vencedora.

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