Remedios con pau d’arco para hongos, cáncer y más

Pau d’arco es un árbol nativo de América tropical caracterizado por florecer antes de que las hojas caducas se desprendan

Los nombres botánicos de las especies más habitualmente usadas son Tabebuia heptaphylla y Tabebuia impetiginosa.

El árbol alcanza hasta 45 metros de altura y 3 metros de diámetro, y es muy apreciado por su madera, extremadamente dura (se utiliza para hacer muebles).

El pau d’arco tiene un tronco liso, cilindrico y a veces tortuoso. En cuanto a sus flores, éstas son grandes y de color púrpura y su fruto es una silícula larga y cilindrica de unos 2 cm, repleta de semillas.

Propiedades curativas

El pau d’arco contiene lapachol (de estructura parecida a la vitamina K), aceite esencial (sesqui-terpenos), ceras (ceryl-alcohol y ácido lignocérico), saponinas, resinas, lactonas amargas, glucósidos amargos, taninos, naftaquinonas y antraquinonas.

Su corteza se ha utilizado con fines medicinales por parte de los pueblos suramericanos durante siglos. Se obtiene una infusión a partir de la corteza, beneficiosa para tratar trastornos tan variados como paludismo, lupus, infecciones, diabetes, fiebre, artrosis, problemas cutáneos, sífilis y sida. Se toma a veces como bebida refrescante.

Pau d’arco es conocido en la comunidad médica desde la década de 1960. En un principio, se administró a pacientes con leucemia (cáncer de la sangre), con algunos resultados de curación en casos de cáncer avanzado.

Posteriormente la infusión se utilizó para tratar otros enfermos con cáncer, y se comprobó una reducción del dolor y la curación del tumor en algunos de ellos.

Estos hallazgos llamaron la atención de los investigadores y las compañías farmacéuticas, que pusieron en marcha diversos estudios científicos. Se consiguió aislar un componente químico presente en la corteza, al que se llamó lapachal.

Varios estudios han demostrado que es eficaz frente a tumores cancerosos en ratas. Sin embargo, posteriormente se concluyó que las cantidades del producto necesarias para tener efectos beneficiosos contra el cáncer en humanos resultarían tóxicas, y la investigación sobre pau d’arco como tratamiento del cáncer se interrumpió.

Aunque la investigación en general no apoya las indicaciones de la planta, se han seguido generando historias de curaciones milagrosas de cáncer en el páncreas, esófago, faringe, pulmón y próstata y éxitos en infecciones y trastornos crónicos. Algunos investigadores han establecido la teoría de que existen otros ingredientes en la corteza que pueden tener efectos terapéuticos, y se ha demostrado que la utilización de la planta completa no produce efectos secundarios.

Se han aislado más de 20 principios químicos activos en el árbol. Según la investigación llevada a cabo principalmente en animales de laboratorio, pau d’arco tiene propiedades antimicrobianas y antivirales, ayuda a destruir bacterias, hongos, parásitos y virus al aumentar el aporte de oxígeno a las células.

Se ha mostrado activo contra las infecciones por levaduras, el paludismo, la tuberculosis, las infecciones por estreptococo y la disentería. También influye en la actividad del sistema inmunitario: en dosis bajas, aumenta la actividad del sistema inmunitario y, en dosis altas, suprime algunas respuestas inmunitarias, como la inflamación.

Las acciones antiinflamatorias del pau d’arco lo han convertido en un posible remedio para alergias, artrosis, hongo en la piel, úlceras y otros trastornos inflamatorios.

Remedios populares

Remedio con pau d’arco para hongos en la piel Macerar 1 cucharada de corteza de pau d’arco en medio litro de agua y hervir por 10 minutos. Empapar un paño con esta preparación y aplicar sobre las zonas afectadas.

Remedio con pau d’arco para las verrugas: Aplicar tintura de pau d’arco (se puede conseguir en las farmacias botáncias o herbolarios) y aplicar directamente sobre la verruga. Dejar puesta toda la noche y lavar al día siguiente. Realizar este remedio a diario hasta que la verruga se elimine.

Remedio con pau d’arco para reforzar el sistema inmunológico Hacer una decocción a parúr de la corteza añadiendo una cucharada por cada tres tazas de agua. Debe hervirse al menos durante 20 minutos en un recipiente que no sea de aluminio. Tomar una taza al día durante 15 días.

Remedio con pau d’arco para el cáncer: Hervir 2 cucharadas de corteza del pau d’arco por 10 minutos. Luego dejar reposar otros 10 minutos y luego beber la preparación. Tomar de 5 a 6 tazas de té al día por un mes.

Remedio con pau d’arco para la tuberculosis: Mezclar 1 cucharada de pau d’arco y otra de equinacea en una taza de agua. Hervir por 3 minutos. Beber una taza al día. No tomar más de seis semanas seguidas.

Remedio con Pau d’Arco para infecciones vaginales por cándida: Hervir 1 Litro de agua por 10 minutos y luego retirar del fuego. Verter 1 cucharada de chaparral en polvo, 3 gotas de aceite de árbol del té, 1 cucharada de pau d’ arco en polvo y 3 cucharadas de vinagre de sidra de manzana. Usar esta preparación para realizar lavados vaginales 2 veces al día por una semana y luego realizar estos lavados sólo una vez al día por otra semana.

Precauciones

No se citan casos de intoxicación por el uso de la tisana en condiciones habituales. El lapachol, sin embargo, es moderadamente tóxico y puede provocar náuseas, vómitos, y un alargamiento del tiempo de protrombina (posiblemente por ser similar a la vitamina K)

Las mujeres embarazadas o que dan el pecho no deben tomar pau d’arco, ya que sus efectos durante el embarazo no se han investigado suficientemente.

La planta ha demostrado un efecto anticoagulante en algunas personas y produce anemia cuando se usa durante largos períodos. Por esta razón, no debe utilizarse antes de la cirugía o en personas con anemia, hemorragia o por lo que toman medicamentos anticoagulantes.

Los posibles efectos secundarios de la ingestión de una cantidad excesiva de pau d’arco incluyen náuseas, vómitos, diarrea, vértigo y espasmos estomacales. A largo plazo, puede producir anemia.